Por la mañana policía local, por la tarde campeón del mundo en artes marciales y por la noche cantautor: el tinerfeño al que le faltan "horas en el día"

Miguel Rojas combina su profesión como policía local con su pasión con las artes marciales y la música

Es ganador de tres medallas en su último campeonato

Miguel Rojas en su club de entreno.

Miguel Rojas en su club de entreno. / Arturo Jiménez

La lista de imprescindibles de Miguel Rojas incluye un kimono, un piano y un uniforme de policía. El tinerfeño es campeón del mundo y de Europa en distintas artes marciales, ha actuado en teatros de Tenerife como cantautor y es policía en el ayuntamiento del Rosario. Se inició en el mundo de las artes marciales desde pequeño. Con tan solo tres años sus padres le apuntaron al Osaka Kárate Club, en la capital tinerfeña. Ahí conocería la táctica de combate y la técnica del judo y el kárate. Desde entonces su trayectoria profesional como deportista lo ha llevado a numerosos campeonatos. Incluso hasta el otro lado del globo en Australia donde consiguió dos medallas de bronce en la modalidad de kárate.

Su último gran logro fue la victoria de tres medallas (oro, plata y bronce) en el campeonato de Europa y del mundo de la modalidad de arte marcial, chanbara, que se celebró en Gran Canaria, el pasado 5 de mayo. También quedó, en las competiciones de marzo, quinto clasificado en el Campeonato de España y campeón de Canarias en jiu-jitsu.

Mientras practica un arte marcial también desarrolla un arte sobre el escenario. Hace apenas unos años se propuso aprender a tocar el piano. Siempre había sentido una pasión por la música pero la disciplina y las horas de entreno que requería la tarima le alejaron de ponerse manos a la obra. Ahora compone y canta canciones que describen su vida cotidiana y situaciones o historias ajenas que le parecen importantes de contar. Crea videoclips y los comparte por sus redes sociales pero su mayor reto siempre fue hacer un concierto.

En 2018 ese deseo se hizo realidad. El Búho Club de La Laguna anunció su concierto. Miguel Rojas lo consideró todo un éxito. Desde entonces ha llenado más espacios como el Teatro Principe Felipe, en Tegueste, en el que presentó su primer disco “Desde el alma” en 2022.

Miguel Rojas con las espadas que se emplean en la práctica de chanbara.

Miguel Rojas con las espadas que se emplean en la práctica de chanbara. / Arturo Jiménez

Miguel Rojas, se encuentra en el gimnasio que lo vio crecer. En palabras del deportista, “nací con el kimono puesto”. Comenzó con el judo. Desde entonces las cuatro paredes cubiertas por espejos y la tarima azul del Osaka Kárate Club han visto su evolución. Reúne orgulloso de su esfuerzo y dedicación, de más de 40 años, las medallas que consiguió en su último campeonato de Europa y del mundo. Quedó primero en la modalidad de chanbara. El chanbara es una disciplina japonesa de combate con armas flexibles e inocuas. Trabaja la coordinación, agilidad y reflejos. Gran Canaria acogió este evento histórico. Era la primera vez que se celebraba en España un evento de este arte marcial. Las selecciones de distintas partes del planeta, desde Rumania, Moldavia, Francia, Italia o Islas Mauricio se reunieron en el polideportivo de Teror. Rojas ha conseguido la victoria en modalidades diferentes ya que la lista de las artes marciales que practica es extensa: kárate, judo, chanbara, jiu-jitsu y aikido.

"No creo en la suerte, sino en el esfuerzo personal"

Sus pasiones son diversas. Miguel Rojas se las plantea como un reto y vive con la ilusión de conseguir lo que se propone. “No creo en la suerte, sino en el esfuerzo personal”, subraya. Desde los 16 años comenzó como profesor de artes marciales junto con su maestro. Ahora imparte, además, cursos de defensa personal. En este caso es una labor que combina con su profesión como policía local en el ayuntamiento del Rosario. Una tarea más que se suma a la lista de retos que le mueven. Si se le pregunta por su motivación habla de la familia. Su mujer y su hijo son su pilar fundamental. Pese a que existe un buen grupo de personas que se dedican a competir en las artes marciales Rojas siempre viaja con su familia. En esos momentos comparte pasar tiempo con sus seres queridos con concentrarse antes de salir a la tarima y dar lo mejor de sí.

Miguel Rojas en el primer club de entreno de su vida con su ropa de entreno.

Miguel Rojas en el primer club de entreno de su vida con su ropa de entreno. / Arturo Jiménez

Miguel Rojas habla de una transformación. Cuando se sube al escenario, cuando entra a una competición o cuando trabaja en la policía local su concentración es máxima. Necesita centrarse en él mismo para lograr los mejores resultados. Su día se reparte entre ir a trabajar, entrenar por la tarde y ensayar con el piano por la noche, por eso asegura: “me faltan horas en el día”. Pero siempre con nuevos retos. Así plantea Miguel Rojas su futuro. Las artes marciales, la música y su oficio como policía son retos de su día a día que no planea abandonar. Aunque no echa la vista al frente para predecir su futuro, está satisfecho con los logros que ha alcanzado. Sobre todo ahora, de la mano de su familia.