Entrevista | Domingo Zarzo Martínez Presidente de la Asociación española de desalación y reutilización (AEDyr)

Domingo Zarzo Martínez: «Desalar no es la única solución, pero en sequía garantiza cantidad y calidad»

Domingo Zarzo Martínez (Alicante, 1964) es licenciado en Química y doctor en Aguas, además de presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (ADyR). Ayer estuvo en Tenerife –«referente mundial en la materia»– para presentar, a un año vista (junio de 2025), el XIV Congreso Internacional del organismo, un «punto de encuentro» para tratar sobre 60 años de innovación en agua regenerada.    Domingo Zarzo Martínez (Alicante, 1964) es licenciado en Química y doctor en Aguas, además de presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (ADyR). Ayer estuvo en Tenerife –«referente mundial en la materia»– para presentar, a un año vista (junio de 2025), el XIV Congreso Internacional del organismo, un «punto de encuentro» para tratar sobre 60 años de innovación en agua regenerada.    

Domingo Zarzo Martínez

Domingo Zarzo Martínez / Juanjo Velázquez

Ha venido a la Isla a presentar la XIV edición del congreso internacional ‘60 años de innovación en desalación y reutilización’. ¿En qué consiste el foro?

Se trata de un punto de encuentro del sector que primero fue nacional y ya es internacional (el del pasado año, el XIII, ya que se celebra cada dos, tuvo como escenario Granada). En ese marco se exponen las últimas novedades y tendencias en la desalación. Hay ponencias muy técnicas en las que se da cuenta de nuevos productos y se habla de proyectos de innovación más enfocados ahora en la sostenibilidad. También hay ponencias relacionadas con temas de legales, de permisos, estudios de impacto o medidas ambientales. Administraciones y empresas privadas pueden contar sus logros, los últimos casos de éxito en la gestión del agua. Iremos a Tenerife encantados porque es un referente mundial en este campo y porque la desalación comenzó en Europa en 1964 y en Lanzarote. Además, sin el agua que proporciona a las islas la desalación y la reutilización no hubiera sido posible el desarrollo de la industria del turismo y la práctica de la agricultura. Canarias cuenta con la mayor cantidad de plantas desaladoras de más de 10.000 m3/día (21 en total) del país, con una capacidad de desalación de 485.200 m3/día, además de infinidad de instalaciones menores.

¿Qué es la AEDyR?

Una asociación sin ánimo de lucro con más de 25 años de historia –nació en 1998–. España tiene una gran importancia en este campo y de las 20 grandes en desalación 8 son españolas. AEDyR reúne a empresas, privadas o públicas, universidades y centros de investigación. El objetivo es promover el uso de los recursos no convencionales de forma sostenible allá donde los convencionales no llegan, algo cada vez más frecuente dadas las situaciones de cambio climático que llevan a sequías más recurrentes y más largas.

¿La solución contra la sequía es el agua desalada y la regenerada en general, que incluye las residuales tratadas?

No es la única. Lo primero es ser eficientes en el uso del agua, ahorrar toda la que podamos porque es un bien muy escaso y valioso que, además, hay que pagar: no es gratis. Lo cierto es que cuesta mucho captarla, tratarla y mandarla hasta los hogares. En segundo lugar hay que reutilizar hasta la última gota residual porque es una pena que la mandemos al mar. Lo deseable es agua de mar como fuente inagotable pero a veces se recurre a subterráneas o residuales en los tratamientos terciarios.

¿Conoce la situación que atraviesa Tenerife con la declaración de emergencia hídrica?

La declaración juega un papel muy importante y más en una Isla. No conozco al detalle las 75 medidas del Consejo Insular de Aguas, pero sé que hay previstas al menos cinco desaladoras portátiles o de un cierto tamaño. Además de la ampliación de las cuatro grandes para incrementar la reutilización. Que se hagan sobre plantas existentes acelera los plazos; el problema es que desde el momento de construir una desaladora hay que pasar trámites y permisos ambientales que nos puede n llevar a cinco o seis años.

¿Es clave la colaboración de los ayuntamientos? Hay ejemplos como la depuradora de Güímar sin uso porque no se ha construido la red de tuberías necesaria. ¿Cómo lo ve?

No conozco el caso concreto, pero la respuesta genérica es sí. Tenemos que ir de la mano todos, incluidas las administraciones, y trabajar de forma coordinada porque la responsabilidad es conjunta. Los partidos políticos deberían sentarse y llegar un gran pacto nacional del agua; que no sea un arma política, porque tenemos una crisis hídrica que irá a más con el factor del cambio climático.

Hay expertos que apuestan para hacer frente a la sequía por el agua subterránea (pozos y galerías), el método tradicional.

Los que defendemos la desalación no consideramos que sea la única solución. Entiendo que todas son válidas y utilizables hasta donde se puede, pero hay una realidad evidente: el agua de mar es inagotable y puede darse el agotamiento de acuíferos. Entonces hay que utilizar todos los recursos pero de forma sostenible.

Agua desalada: es cara, con un gran impacto en el territorio (residuos), gasta mucha energía (electricidad) y existen dudas sobre su calidad. Rebátalo.

Son grandes mitos. Hablamos de 3 kW por metro cúbico, o sea por cada 1.000 litros. La energía en producir agua desalada para una familia de cuatro miembros durante un año es la misma que consume su nevera en ese periodo. Visto así, no parece mucho. El agua desalada puede ser cara, pero no hay agua más cara que la que no se tiene. Luego está el concentrado, la mal llamada salmuera, porque es simplemente agua de mar concentrada. Por un lado sale pura y por otro un concentrado donde están las sales. Antes de verter, los estudios de impacto ambiental en el diseño de la planta prevén el efecto y los programas de vigilancia corroboran que todo se hace correctamente. Un sistema de difusores permite que a muy pocos metros del punto de vertido ya vuelva a ser agua de mar sin productos químicos. Una de las tendencias actuales en innovación es investigar en la minería de la salmuera para obtener de ella productos químicos o sales. La calidad del agua desalada es excepcional porque no contiene ni microplásticos ni contaminantes.

La OMS plantea unos niveles de contenido en boro del agua desalada por encima de lo recomendable, ¿Es cierto eso?

El boro pasa en una proporción muy pequeña a través de membranas, pero una planta que funcione bien con renovación de esas membranas cumple perfectamente con la legislación. La Unión Europea la cambió y de un miligramo por litro en el agua potable pasó a 2,5 porque tampoco tiene una toxicidad especial. Para algunos cultivos hay que reducirlo aún más, pero es un problema técnico resuelto. Es cuestión de algo más de inversión que no tiene casi impacto en el coste del agua.

¿Las prioridades por ley son el consumo humano y la agricultura en ese orden?

Siempre se prima el consumo humano y luego el uso para la agricultura. Otro mito es que el agua desalada no vale para el campo porque es muy cara. Existen estudios científicos que demuestran que incluso incrementa la productividad de muchos cultivos. Antes de 2050, Naciones Unidas plantea doblar la producción para alimentar a toda la población y eso supone la necesidad de más agua. ¿De dónde la vamos a sacar?

¿La colaboración público privada es fundamental?

Sin duda. Un ejemplo es el caso del Cabildo de Tenerife. Una reivindicación del sector desde es que en España no se favorece por nuestra regulación los modelos concesionales. Es decir, usted, administración pública, no tiene dinero ahora, pero no se preocupe, hacemos la inversión junto con bancos y la cobramos en 25 años. Así funciona en países como Arabia Saudí o Australia. En España el marco legal actual no favorece esto e intentamos que cambie.

Trabaja en un nuevo concepto denominado Water Positive.

Un grupo de profesionales lanzamos la idea hace un par de años y hemos llegado a Naciones Unidas. Se trata de calcular la huella hídrica de la actividad empresarial y que las grandes industrias decidan ser Water Positive; es decir, generen más agua nueva de la que consumen. ¿Cómo pueden hacerlo? Desalando o reutilizando. Ya se han pronunciado en este sentido para lograrlo a partir de 2030 Microsoft, Google o Coca Cola. Si no llegan a generar ese agua podrían pagar, por ejemplo, a la administración 10 céntimos por agua virtual. Esos 10 céntimos bajarían hasta en un 10% el precio para la población o la agricultura.

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