Tacoronte

Fiesta, folclore y tradición rural de la mano de San Isidro Labrador

Tacoronte reúne a más de 5.000 personas en una romería por sus principales calles

Romería de Tacoronte

El Día

D. R.

Tacoronte se reencontró este domingo con su ayer rural y el folclore en sus más puras esencias. La XXXIII edición de la Romería en honor de San Isidro Labrador permitió que el municipio, que mantiene un vínculo indisoluble con el campo, retrocediese un poco más en el tiempo y rindiese ese particular tributo al pasado agrícola y ganadero al que homenajean todas las romerías. Y, como suele suceder en estos casos, fue una oportunidad para la fiesta, la diversión, el hedonismo...

La primera prueba de que cuajó la celebración fue la estampa en la carretera hacia Tejina, con un arcén repleto y en el que aparcar parecía misión imposible. Acompañaba el tiempo, con un sol reluciente, y que esta cita coincida con el inicio del verano. En la zona de La Alhóndiga, pasadas las 14:00 horas, la escena era de fiesta en su plenitud y sin que todavía –o al menos no de forma patente– hubiese tomado los derroteros de ese declive en el que suele terminar toda romería que se precie.

«Me lo estoy pasando muy bien. Llevo años viniendo porque tengo familia aquí y porque ya es tradición venir», explicaba María Luisa, una asistente que se había trasladado desde el municipio de Santa Cruz hasta Tacoronte para disfrutar de la romería. Le acompañaban su hija, su yerno, sus nietos y otros familiares. «Hace una semana nos pusimos de acuerdo y decidimos venir todos», expresó.

La cita se desarrolló por el tradicional recorrido entre la parroquia de Santa Catalina y La Alhóndiga. Comenzó a las 12:00 horas con la celebración eucarística, oficiada por el párroco Elisuán Delgado y cantada por la Agrupación Folclórica y Cultural Guarache. A continuación se puso en marcha la romería. El Ayuntamiento la había anunciado como «multitudinaria», y así fue. En ella participaron 25 carretas y una veintena de agrupaciones folclóricas y parrandas llegadas desde diferentes puntos de la Isla.

«Esta siempre ha sido una fiesta buena. Yo me acuerdo hace 20 o 30 años que venía gente de todos lados, y sigue viniendo gente de todos sitios. Yo tengo un par de amigos que siempre me llaman por estas fechas y suelen pasar por mi casa. Esto al final es una oportunidad para encontrarse», manifestó Juan Antonio, un vecino de Tacoronte que dijo ser un «gran seguidor de las romerías».

El desfile romero de este municipio echa el cierre a la programación festiva de estas fechas, «protagonizada por la música tradicional de las Islas y los guiños a la agricultura y la ganadería local», destacaron desde el Ayuntamiento. Más de 5.000 personas, según fuentes municipales, se sumaron al recorrido romero de esta edición, con 25 carretas y una treintena de grupos folclóricos, parrandas y familias llegadas desde diferentes lugares.

La comitiva iba encabezada por una decena de caballos, un rebaño de cabras y el grupo de danza de cintas de la A. C. El Candil y de la formación realejera La Guanchería. Tras ellos se encontraba el santo, custodiado por las autoridades eclesiásticas y civiles del municipio. La alcaldesa, Sandra Izquierdo; los tenientes de alcalde Noemí García y José Caro; el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, José Carlos Acha, y la diputada regional Rebeca Paniagua fueron algunos de los representantes públicos presentes.

«No faltó el buen vino de la tierra, tampoco el turrón tacorontero ni la carne en los braseros. El público se topó con un amplio repertorio de isas, folías, malagueñas y otros tantos géneros populares del Archipiélago, acompañados por los bailes de un nutrido grupo de magos que, en su mayoría, disfrutaron del día respetando la vestimenta apropiada para la ocasión», pusieron de relieve en la nota enviada por el Consistorio tras el acto de este domingo y con el que finaliza la programación de este año, «coordinada por un operativo de seguridad en el que han participado efectivos de la Policía Local de Tacoronte, Guardia Civil, Policía Canaria, Protección Civil y Cruz Roja Española».

Colorido en las calles

Hay que destacar que la decoración contó nuevamente con banderas y varas ornamentadas con lazos de colores. Por su parte, las carretas exhibieron productos donados por el Mercadillo del Agricultor de Tacoronte, repartieron alimentos típicos y potenciaron la tradición ganadera de la Isla, gracias a la presencia de veinticinco yuntas y medio centenar de profesionales del sector.

«La organización logró celebrar con éxito el trayecto que conecta cada año el entorno peatonal de Santa Catalina con El Calvario de Tacoronte, junto al emblemático edificio de La Alhóndiga», expresaron desde el Ayuntamiento, antes de agregar que «la romería volvió a dar la vuelta en este punto del casco histórico para, seguidamente, regresar nuevamente a los exteriores de la iglesia de la patrona de la localidad, donde se celebró la esperada verbena popular». Esa última cita, cierre habitual de las romerías, estuvo amenizada por la orquesta Dinacord y el Grupo La Calle.