La posición de los socialistas en relación con la petición de cese de Santiago Negrín, presidente del consejo rector de la Radio Televisión Canaria, parece estar abriendo una profunda brecha entre los dos grupos del PSOE canario, el que ganó las primarias regionales, encabezado por Ángel Víctor Torres, y el que se aglutina en torno a Patricia Hernández y espera ganar las primarias tinerfeñas, con Pedro Martín como candidato a la secretaría general. La tensión interna en el seno del PSOE se produce como consecuencia del anuncio realizado por el PP y Nueva Canarias -con el apoyo de Podemos- de que pedirá en el Parlamento la destitución de Santiago Negrín, asunto sobre el que la dirección regional socialista permanece sin tomar aún una decisión vinculante. Torres, en su calidad de secretario general del partido, ya ha convocado una reunión de la ejecutiva para el próximo lunes, en la que habría de producirse esa decisión conjunta.

Pero algunos no parecen dispuestos a esperar a que se produzca tal reunión: Patricia Hernández, en declaraciones públicas a la cadena Cope, insistió en que la decisión de los socialistas ya fue adoptada el pasado mes de julio, por parte de la actual portavoz del partido, Dolores Corujo, y que desde entonces la situación en la televisión ha ido a peor, por lo que el PSOE debe sumarse a la decisión defendida por Asier Antona y Román Rodríguez.

Lo que subyace detrás de la bronca interna en el PSOE es lo mismo que ha provocado la petición de cese anticipado de Negrín (al que le quedan escasos meses para agotar su mandato), por parte del PP y Nueva Canarias. La intención es evitar que se produzca la licitación y posterior adjudicación del concurso de los informativos de la Televisión Canaria, dotado con 144 millones de euros, y que el actual contratista, la empresa Videoreport, intenta evitar que llegue a producirse. Videoreport, que de todos los posibles licitadores es la única empresa que ha denunciado en los tribunales el concurso, necesita que el concurso no se celebre, porque así habría que elegir entre cerrar la televisión o prorrogar otra vez el contrato actualmente existente, en vigor desde hace nada menos que diez años. Los millones en juego dan para mucho, y la influencia de la empresa hoy adjudicataria, propiedad de Canarias 7, ha hecho que Antona y Román Rodríguez apuesten por el único mecanismo posible para bloquear la licitación, que es forzar la renuncia de Negrín, una posición que se comparte también desde el sector socialista tinerfeño que capitanean Patricia Hernández y el alcalde Rodríguez Fraga.

Ángel Víctor Torres, sin embargo, parece más partidario de no contaminar a su partido en la operación político-mediatico-económica en la que se han embarcado Antona y Rodríguez, y ha solicitado un informe del Gobierno que garantice la legalidad del concurso. Es lo mismo que pedía Antona hasta hace apenas unos días, cuando inesperadamente, con el informe ya de camino, decidió cambiar de idea.