Ya asoman los tajinastes por el municipio de Vilaflor y muy pronto lo harán, en todo su esplendor, en las Cañadas del Teide, La Fortaleza, el Valle de Ucanca y las cercanías del Parador Nacional. Este arbusto florece en primavera, momento en el que tiene lugar ese fantástico contraste de colores entre los tonos oscuros de la lava y el estallido del rojo de sus flor.

El tajinaste rojo es una especie endémica de Tenerife que recibe el nombre científico Echium wildpretti en honor al horticultor suizo Hermann Wildpret, quien fue botánico mayor del Jardín Botánico de La Orotava.

Conocido también como sangre del Teide, este arbusto desarrolla una roseta de hojas muy densa, en forma de lanza, más largas en la base que en las parte superiores, de tonos plateados. Las flores son de color rojo coral y se disponen de forma puntiaguda. Algunos ejemplares pueden alcanzar una altura de hasta tres metros.

Es la especie, sin duda, más representativa de las Cañadas del Teide, lugar que representa una de las zonas florísticas de mayor interés de la Macaronesia, donde convive con otro "hermano", el tajinaste picante o azul (Echium auberianum), y especies menos abundantes, caso de El Cabezón del Teide (Pterocephalus lasiospermus); la tonática (Nepeta teydea); la margarita del Teide (Argyranthemum tenerifae); el alhelí del Teide (Cheirantus scioparius) o el cardo de plata (Stemmacantha cynaroides).

El tajinaste rojo es, además, una especie muy apreciada para la producción de miel, preferida por las abejas gracias a la riqueza del polen y al néctar que encierra, dando lugar a una miel monofloral y con denominación de origen, de color suave y cremoso, aspecto cristalizado y tono entre blanco y beige.