Candelaria perpetúa el nombre de uno de sus grandes deportistas: Bruno Alberto Sabina, destacado futbolista, presidente y durante más de 30 años directivo del Club Deportivo Candela, vinculación que sigue manteniendo a día de hoy, a sus 92 años, le da ya nombre al campo del municipio candelariero.

Bruno Sabina tuvo su primera ficha con el CD Candela cuando tenía 17 años, allá por la temporada 1942/43. "Jugamos un campeonato ese año entre Güímar, Izaña y Candela, los tres equipos de la zona. El Güímar fue el campeón, tenía un equipazo y gente de Santa Cruz; el Candela fue segundo y el Izaña, que tenía nueve jugadores de Santa Cruz, fue tercero. Después de eso el Candela desapareció y vino a resurgir en los años 60". El periplo de Bruno siguió en Güímar, Granadilla y por último en Arico. Luego se fue a Venezuela y de regreso ingresó en el CD Candela como directivo, donde ha desempeñado diferentes funciones, desde presidente a entrenador o vocal y relaciones públicas, durante más de treinta años.

Bruno Alberto recuerda que el cargo que más ha ocupado en el Candela ha sido "de relaciones públicas. En esa época no se les pagaba a los jugadores, sino que se repartían primas. Hubo una temporada en la que yo no estuve en el equipo y cuando me vieron llegar al campo, dijeron: Ya vamos a cobrar".

Bruno ha pasado por los tres campos que ha tenido el Candela, en sus inicios como jugador, junto a la Basílica, luego en el campo que estuvo junto al mar en los aparcamientos frente al ayuntamiento, y en el actual campo en la zona de Puntalarga. Como directivo coincidió con varios presidentes. "La que más tiempo estuvo fue Marianela, con Simón de tesorero, pero el que buscaba las perras era yo. Hubo cinco años que el Güímar jugaba en 3ª División y el Candela en Preferente, y la Copa Heliodoro siempre la jugábamos en casa, ya que se jugaba en el campo del equipo de menor categoría, pero los cinco años les ganamos." Historia viva del fútbol de Candelaria.