Ya está. El animal volvió a salir del zoológico. No han pasado ni tres días de este año y ya la bestia volvió a salir a pasear con el cuchillo para asesinar a una mujer. Fue en Cantabria. A cuchilladas para que quedara claro quién es el macho de la manada. De madrugada y sin dar tiempo a nada. Los médicos no llegaron a tiempo.

Este asesinato es el primer crimen machista de 2019. El pasado año, 47 mujeres murieron a manos de sus parejas y lo peor, 39 niños quedaron huérfanos como consecuencia de la violencia de género. Desde el año 2003, cuando empezaron a contabilizarse estos asesinatos, son ya 976 las mujeres víctimas mortales de esta miseria. No me cansaré, aunque me repita, de escribir sobre esta maldición que llevamos encima.

Seguimos sin educar a nuestros jóvenes en la tolerancia suficiente para que comprendan que a base de golpes o cuchilladas no se solucionan las frustraciones. Vivimos en una sociedad donde veo cada día más la agresividad en las caras de nuestros chicos y chicas. ¿Se han dado cuenta? Las miradas, el lenguaje, el modo de andar, la falta de comunicación, el mal humor permanente, la soberbia? tantas cosas. Les hemos dado todo, y a la vez, seguramente, no les estamos dando lo más importante: aprender a querer, aprender a respetar la vida, a dialogar y sobre todo, a dejar el golpe sucio y el cuchillo.