El precio de los párquines en Santa Cruz de Tenerife es escandaloso. No es un asunto nuevo. Llevamos años jodidos en todo lo que se menea cada vez que vamos a por el coche y vemos la cuenta. Hace unos días pagué 10 euros por 4 horas de estacionamiento en el de la plaza de España. Casi lo mismo que se paga por 24 horas en el aeropuerto. Ya me dirán qué alternativas hay para aparcar en la zona. Aparcas y pagas, sí o sí.

El parquin de Tomé Cano o el de la plaza de Weyler, situados en zonas estratégicas, son un abuso en toda regla. Más de 2,50 euros la hora. Tarifas que casi duplican la media nacional de los aparcamientos de España: 1,32 euros según la Federación de Consumidores. Es verdad que hay algunos como el intercambiador de guaguas o el mercado donde hay precios aceptables.

Pero en general las tarifas son un atraco. Y además el espacio para aparcar es reducido. A veces, los sitios son tan pequeños que hay que estar haciendo maniobras y maniobras para encajar el vehículo y no rozarlo. Y todo eso pagado a precio de oro. Me consta que el ayuntamiento está vigilando el tema. Pero que no tarden. Son concesiones administrativas de muchos años. Y no hay alternativas. No hay dónde aparcar. Como ciudadanos nos merecemos unas tarifas adecuadas por unos párquines que son de titularidad pública. Los pagamos entre todos ¿no? Pues eso.