Así podrás ayudar a los niños distraídos

Existen trucos que puedes emplear para favorecer la concentración de los más pequeños

Un grupo de niños jugando con sus cuidadoras.

Un grupo de niños jugando con sus cuidadoras. / Canva

Cuando los niños son pequeños, es posible que, en ocasiones, se distraigan con facilidad y no sean capaces de concentrarse en lo que están haciendo. En estos casos, también es frecuente que los padres teman que se retrasen en el aprendizaje, al sentir que esa falta de concentración les puede afectar de manera negativa en su desarrollo.

Aunque pueden darse situaciones en las que los padres llegan a estresarse, al ver que no son capaces de atender a la tarea que tienen delante, es muy importante que esto no suceda, sino que se pongan en práctica ciertas técnicas que pueden ayudar a los niños distraídos.

Así, si piensas que tus hijos son de los que se distraen con una mosca, no te preocupes. Podrás ponerle remedio de forma sencilla.

¿Niños distraídos o con TDA?

Si piensas que tu hijo puede tener Déficit de atención (TDA) porque no se concentra ni en casa ni en clase, no te preocupes. El TDA afecta a una proporción muy baja de la población y consiste en un problema de concentración severa y que, además, no evoluciona. Sin embargo, en la mayoría de casos lo que se da son problemas de concentración.

Aun así, si piensas que es posible que se trate de un caso de TDA, lo mejor es acudir a un especialista para que le realice las pruebas adecuadas.

¿Cómo ayudar a los niños distraídos?

Si tu hijo es de los que se distrae con facilidad, probablemente tú mismo lo hayas notado en casa e, incluso, los maestros de su colegio te hayan avisado de sus dificultades de aprendizaje. En estos casos, es posible que se 'quede atrás' en la escuela y que adquiera los conocimientos de forma más lenta.

Si esto es así, no te preocupes, porque tiene solución y tú mismo podrás ayudarlo en casa. Sigue estos consejos y notarás cómo mejora día a día:

Una niña haciendo su tarea.

Una niña haciendo su tarea. / Canva

  • Buen descanso. Algo fundamental para que niños y mayores rindan en sus obligaciones -en este caso, aprender cada día cosas nuevas en la escuela- es el descanso. Si no duermen bien, no rendirán al día siguiente.
  • Mirar a los ojos. Si quieres que te haga caso en tus peticiones, mírale a los ojos cuando le hables y asegúrate que te está atendiendo.
  • Rutinas. Crear rutinas en casa, como recoger los juguetes, por ejemplo, servirá para que, en un futuro, se conviertan en hábitos.
  • Zona de confort. Si quieres que haga la tarea, por ejemplo, deberás crear un espacio para el estudio que se convierta en su zona de confort y que esté alejado de juguetes u otros objetos que puedan llamar su atención y distraerlo.
  • Las tareas difíciles, primero. Si quieres que tu hijo haga todas sus tareas, haz las más difíciles primero, ya que, una vez que esté cansado, será más complicado que pueda terminarlas.
  • Dieta equilibrada. Una buena alimentación ayudará a su descanso y, por tanto, mejorará su concentración.
  • Estudio y juego. Para mejorar su concentración es bueno crear rutinas y, por tanto, si estableces de manera consensuada las horas de estudio y las de juego, lograrás una mayor concentración. Además, fomentará su propia responsabilidad, ya que, después del esfuerzo del estudio llegará la recompensa del juego.