Sanitarios, familiares e incluso los gestores de los recursos vinculados a la salud mental de las Islas muestran su preocupación por el aumento de la demanda que se está produciendo en los últimos meses y lo vinculan directamente a la entrada en vigor del nuevo copago farmacéutico y al aumento de la lista de espera producido por el recorte en los fondos destinados a la sanidad pública.

"La demanda no para de crecer, sobre todo en lo que a urgencias se refiere, y en la mayor parte de los casos se debe al abandono del tratamiento por parte del paciente que se encuentra con que la medicación es muy cara y con que le cuesta pagar el porcentaje que le corresponde, así que deja de tomarlo", explica el presidente del la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría, Francisco Rodríguez Pulido para el que "las restricciones económicas de todo tipo que está habiendo son la causa fundamental de este problema".

"Es cada vez más habitual que haya picos en la demanda de los servicios de salud mental y se debe a esta circunstancia. Las familias no tienen dinero y recortan de todo, hasta de la medicación", mantiene Rodríguez Pulido que recuerda que en el Archipiélago hay la mitad de los psiquiatras necesarios en los centros de salud y que hacen falta un centenar de camas para alcanzar la ratio mínima española.

Este experto insiste en que "desde hace ya años" la asociación que preside y la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Canarias (Feafes) viene demandando la puesta en marcha de un "protocolo específico de atención" para estos pacientes y el establecimiento de una ubicación adecuada en las salas de urgencia de los hospitales", sin que hasta ahora hayan conseguido avance alguno al respecto.

No obstante, por su experiencia en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), el portavoz de CCOO en este centro, Guillermo de Loño, asegura que también tiene que ver en este importante repunte de la demanda el aumento generalizado de las listas de espera.

"Hay muchísimos abandonos del tratamiento y eso cualquiera que está metido en los servicios de salud mental de Canarias lo sabe, pero también tiene que ver con que las citas médicas son cada vez más irregulares. Cuando antes se hacía un control cada equis tiempo ahora ese espacio de tiempo es mayor porque hay más pacientes y menos profesionales y medios de todo tipo. Los especialistas están desbordados y no pueden atender a todos los pacientes de la forma que sería recomendable", insiste este portavoz sindical para el que "el control y el seguimiento de los pacientes se está deteriorando muy rápidamente, lo que está provocando que haya cada vez más consultas urgentes, porque el paciente espera mucho tiempo y llega al servicio desestabilizado", detalla de Loño.

Los propios profesionales de los servicios de urgencias hospitalarios de las Islas alertan de este incremento de casos, aunque no se arriesgan a vincularlo directamente con ningún factor, y aseguran que "se están estudiando las razones".