Albert Boadella, el dramaturgo catalán y actual director de los Teatros del Canal de Madrid, considera que la situación actual de Cataluña "significa el fracaso total de todos los gobiernos españoles, incluido el actual".

"Una cosa sin sentido ninguno -ha explicado Boadella- ni histórico, ni de ningún tipo, sin la existencia de agresión del resto de España, un invento, acabará haciéndose realidad por culpa de falta de autoridad, por no haber intervenido en el momento que había que intervenir y parar el chantaje y el reto a una secesión".

Boadella ha realizado hoy estas declaraciones, tras la presentación de la programación para el otoño de los Teatros del Canal.

El dramaturgo y fundador de Els Joglars, que es muy crítico con el nacionalismo y que vive "autoexiliado" en Madrid, dice que "todo esto muestra que lo que sucede en Cataluña -''que hace muchos años que sucede, porque se ha convertido en un régimen y la educación, los medios, la cultura, todo, forma parte de los principios fundamentales del movimiento''-, no es una democracia".

"Y claro -precisa- el resto de los españoles han consentido esta situación y ahora, lamentablemente las soluciones son pocas y los arreglos difíciles y, a lo mejor, hasta trágicos".

Boadella ha comentado también que a los que le tachan de españolista en Cataluña, les da la razón. "Me gusta, solo faltaría. Pertenezco a esta nación que me gusta toda ella. Soy catalán y como catalán, soy español; no soy, de momento, otra cosa. Pero bueno que me tachen de lo que quieran, incluso de fascista, porque para los nacionalistas, todo el que no participa con ellos es fascista".

"Todo esto funciona como una patología -continúa- que es muy fácil introducir a los ciudadanos, que se llama paranoia, y es algo que no solo hemos vivido los españoles, sino en otros países. Es el momento en que los ciudadanos se convierten en paranoicos porque se creen que hay un enemigo externo, pero ese enemigo externo es inexistente".

El dramaturgo sostiene que "España no es el enemigo de Cataluña, ni ahora, ni nunca, porque Cataluña ha formado parte de España y es tan responsable de lo bueno, como de lo malo que haya pasado allí".

"Esto es un invento paranoico que necesitan los nacionalistas para darse fuerza a sí mismos, porque sus propuestas son tan absurdas, tan falsas, tan sin sentido común, tan suicidas frente a la situación actual que vive Europa, que necesitan avivarlas con un enemigo", concluye.