En los días calurosos de verano, pocas cosas son más satisfactorias que una bebida bien fría. A menudo recurrimos al hielo para mantener nuestras bebidas a una temperatura refrescante. Y, por eso, te queremos dar un truco que tal vez no conocías. ¿Sabías que agregar sal al hielo puede acelerar significativamente este proceso?

La ciencia detrás de este fenómeno es fascinante y se basa en conceptos de física y química que gobiernan cómo el hielo y la sal interactúan. En este artículo, exploraremos en detalle cómo y por qué el hielo salado enfría más rápido una bebida.

La clave para entender por qué el hielo salado enfría más rápido radica en un fenómeno conocido como la depresión del punto de congelación. En términos simples, la depresión del punto de congelación es el descenso de la temperatura a la cual un líquido se congela cuando se le añade un soluto, en este caso, sal.

El agua pura se congela a 0°C (32°F), pero cuando se añade sal, el punto de congelación del agua desciende. Este fenómeno se puede observar fácilmente en los meses de invierno, cuando se esparce sal en las carreteras para evitar que el hielo se forme, ya que la sal impide que el agua se congele a las temperaturas habituales.

Hielo en un refresco iStock

La ciencia no falla

Cuando añades sal al hielo, comienzan a ocurrir varias reacciones. Primero, la sal se disuelve en el agua líquida que está en contacto con el hielo. Este proceso requiere energía en forma de calor, que se extrae del hielo y del ambiente circundante, incluida la bebida que deseas enfriar. La energía extraída del entorno y del hielo se utiliza para romper las estructuras cristalinas del hielo, haciendo que se derrita a una temperatura más baja de lo habitual.

Este proceso puede explicarse mejor con la ecuación de Clausius-Clapeyron, que describe cómo cambia el punto de fusión de una sustancia en función de la presión y la presencia de un soluto. La adición de sal reduce la presión de vapor del agua líquida en contacto con el hielo, lo que a su vez disminuye el punto de fusión del hielo. Esto significa que el hielo con sal se derrite a temperaturas por debajo de 0°C.

El derretimiento del hielo requiere energía, y esta energía proviene del calor del ambiente circundante. En este caso, el calor se lo darán las bebidas que añadas en el hielo, produciendo así una mayor adquisición de frío. Cuando añades sal al hielo, el hielo comienza a derretirse rápidamente a una temperatura más baja, y el proceso de derretimiento extrae calor del entorno inmediato. Esto incluye la bebida que está en contacto con el hielo salado. La absorción de calor es un proceso endotérmico, lo que significa que absorbe energía del entorno, resultando en un enfriamiento rápido.

Imagina que tienes un vaso de refresco caliente a temperatura ambiente. Cuando colocas este vaso en un recipiente con hielo y sal, el calor del refresco se transfiere rápidamente al hielo salado, acelerando el derretimiento del hielo. Esta transferencia de calor es más eficiente que con hielo puro, porque la diferencia de temperatura entre el refresco y el hielo salado es mayor. Cuanto mayor es la diferencia de temperatura, más rápido se transfiere el calor, enfriando tu bebida más rápidamente.

Aplicaciones prácticas

El uso de hielo salado para enfriar bebidas no es solo una curiosidad científica, sino una técnica práctica que se utiliza en diversas situaciones. Por ejemplo, los vendedores ambulantes de helados a menudo utilizan mezclas de hielo y sal para mantener sus productos a una temperatura adecuada durante más tiempo. Del mismo modo, en competiciones de pesca, es común utilizar hielo salado en las neveras portátiles para conservar el pescado fresco durante todo el día.

Además, esta técnica es ampliamente utilizada en la fabricación de helados caseros. Las máquinas de helado tradicionales emplean una mezcla de hielo y sal para enfriar rápidamente la mezcla líquida de helado. La rápida absorción de calor permite que el helado se congele uniformemente, dando como resultado una textura suave y cremosa.