‘El guardián del flamboyán’, dispuesto a evitar la tala en Salud Alto

Parafraseando el dicho que reza que «del amor al odio no hay sino un paso» parece ocurrir lo mismo de la fantasía a la realidad. Y para muestra, el flamboyán del número 22 de la calle Arona, en Santiago Apóstol, Salud Alto.

Amenazado de tala, por estar en mal estado según el informe que obra en poder el concejal de Servicios Públicos,Carlos Tarife, alguno de los vecinos del ejemplar anunció su disposición a encadenarse con tal de salvarlo,

El viernes, mientras el pleno del ayuntamiento debatía entre una moción del PSOE para crear una ordenanza que garantice la protección al arbolado urbano –se rechazó por enfrentamientos entre políticos–, en el jardín que teme la visita de los técnicos de Parques y Jardines por si llevan a término el anuncio nació ‘El guardián del flamboyán’, con blog incluido en internet. 

El enfrentamiento entre PP y PSOE impide una ordenanza para proteger los árboles de Santa Cruz

Que por generación espontánea, según el pleno rechazó la propuesta del PSOE para crear la susodicha ordenanza, en el jardín de Salud Alto apareció «El guardián del flamboyán», que se presenta en redes sociales en su primera incursión y amenaza con plantarse en el número 22 de la calle Arona con el fin de salvar el flamboyán. «¿Puede un árbol revelar a una ciudad ante un ayuntamiento? Puede. En Santa Cruz de Tenerife los vecinos del Barrio de La Salud se enfrentan a la corporación municipal, que quiere cortar un árbol sano plantado por ellos mismos hace 60 años en sus jardines privados. (...). En los últimos meses, la gente ha empezado a alarmarse ante lo que consideran «podas indiscriminadas», eliminación «arbitraria» de árboles históricos y, en definitiva, una «política arboricida». La preocupación ciudadana es tal que han surgido plataformas muy activas como Los árboles hablan y la Mesa del árbol. Y, desde hoy, El Guardián del flamboyán, un vecino del Barrio de La Salud que se opone, junto a su comunidad, a la tala de un majestuoso árbol plantado hace décadas por ellos mismos en los jardines privados de su bloque».

A la espera de los informes que diluciden su futuro, ha nacido el espíritu del flamboyán.