El caso Miguel Cabrera sigue adelante en Tenerife: El juez aprecia un posible delito contra la libertad sexual de Pérez-Camacho

El Juzgado finaliza la instrucción y solicita a la Fiscalía y a la parte denunciante que en diez días formulen escrito de acusación

Miguel Cabrera Pérez Camacho

Miguel Cabrera Pérez Camacho / María Pisaca

El juez del Juzgado de Instrucción número 3 de La Laguna considera que los hechos por los que se denunció a finales del año pasado al abogado Miguel Cabrera Pérez-Camacho, por unos supuestos tocamientos, pudieran ser constitutivos de un presunto delito contra la libertad sexual.

Después de finalizar la instrucción de este asunto, la autoridad judicial firmó el pasado viernes un auto en el que dispone que se conviertan las diligencias previas en un procedimiento abreviado por si los hechos por los que se investiga a Pérez-Camacho fueran constitutivos de un presunto delito contra la libertad sexual.

El juez Pedro José Rosa ordena que se dé traslado a la Fiscalía y la parte denunciante para que en el plazo de diez días formulen escrito de acusación, a la vez que solicita la apertura de juicio oral o bien el sobreseimiento de la causa.

Contra la resolución de la autoridad judicial las partes podían interponer recurso de reforma en el plazo de tres días.

Las citadas diligencias previas se incoaron el 2 de noviembre del 2023 a partir de un atestado de la Guardia Civil, después de que un joven estudiante de Derecho denunciara en el puesto principal de Tacoronte el 17 de octubre que había sufrido unos supuestos tocamientos.

El denunciante se ratificó en sede judicial en su denuncia inicial. También declararon en el Juzgado de Instrucción número 3 un abogado que fue despedido por Miguel Cabrera de su despacho profesional, así como otro empleado, que durante 25 años ejerció como secretario de Pérez-Camacho en dicho bufete, del cual fue despedido también hace unos meses.

También declaró en dicho órgano el investigado y aportó la documentación que consideró oportuna.

El denunciante realiza un máster de Abogacía y Procura y llegó a un acuerdo con quien fue uno de sus profesores en la Facultad de Derecho, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, para realizar las prácticas en el despacho de éste. Para la firma del convenio entre ambas partes, el letrado y el estudiante quedaron a las 17:30 horas del 17 de octubre en la vivienda que el exdocente posee en el municipio de Tacoronte. En un primer momento, el joven dijo que ese acuerdo se había firmado. Pero en una declaración ampliatoria, el denunciante matizó que no llegó a ratificarse, pues el investigado tenía que firmarlo de forma electrónica en su despacho profesional. Y el alumno aportó el correo electrónico en el que se confirma que en la misma tarde del 17 de octubre remitió el convenio al bufete en el que deseaba hacer las prácticas.

Según el denunciante, Miguel Cabrera le pidió que se quedara más tiempo en la vivienda para enseñarle la misma. El joven relató que primero fue llevado a una habitación desde la que se ve la piscina. El abogado se hallaba detrás del joven y le tocó los hombros y el cuello. El estudiante se retiró y el ahora investigado le preguntó si era vergonzoso. La respuesta del chico fue negativa, pero que eso no le gustaba.

Después, el dueño de la casa le preguntó si sabía dar masajes o si tenía pareja, a la vez que le pidió que se sentara en la cama. Además, le reclamó que se quitara la camisa. Según indicó el joven en su denuncia, después el también presidente del Real Casino de Tenerife le tocó el dorso, le palpó los pectorales, la zona abdominal y las lumbares, siempre por encima del ombligo.

El estudiante le explicó que tenía que irse a trabajar, pero el investigado le preguntó si se iba a ir sin darle un masaje. El denunciante masajeó en la espalda con los pulgares al letrado. A continuación, el joven le recordó que tenía que marcharse. Según consta en la declaración del chico, el abogado le comentó que la próxima vez que fuera a la vivienda llevara bañador. Después, ambos se despidieron con dos besos en los cachetes.

Tras abandonar el inmueble de Pérez-Camacho, el joven llamó a su hermana y a una amiga, y sufrió un ataque de ansiedad. En su denuncia presentó un parte de lesiones del centro de salud de Tacoronte, donde un médico aseguró que fue asistido a las 20:08 horas. A dicho recinto acudió acompañado de su madre, llorando y muy nervioso, presentando ansiedad generalizada. También aportó un informe clínico del 23 de octubre, en el que se asegura que tenía tristeza, angustia y ansiedad, a la vez que dormía mal. El joven aseguró a la Guardia Civil que fue el propio Pérez-Camacho quien le dio la dirección de su casa en Tacoronte.

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