Cierran Playa Jardín en Puerto de la Cruz por contaminación con aguas residuales

Los vertidos de aguas residuales al mar obligan al Ayuntamiento de Puerto de la Cruz a prohibir el baño en Playa Jardín. Nada nuevo en esta parte de la costa portuense, la que recibe más bañistas de todo el municipio. El cierre de Playa Jardín por la contaminación de las aguas negras se repite en los últimos años. Y detrás de este nuevo episodio está la misma causa de siempre: los problemas en la red de saneamiento del barrio de Punta Brava, un enclave de más de 1.500 habitantes amenazado por la erosión marina, la ocupación descontrolada y la masificación urbanística.

El Gobierno portuense comunicó a primera hora de ayer las medidas de prevención en todo el área de Playa Jardín tras recibir los informes de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario, que detectaron niveles altos de contaminación por vertidos fecales que convierten estas aguas en no aptas para el baño. Salud Pública reforzará los análisis en los próximos días para seguir la evolución de este nuevo caso de contaminación. Puerto de la Cruz aclara a la población que la mala calidad del agua del mar puede provocar en los bañistas cuadros gastrointestinales, así como infecciones respiratorias agudas y de oídos, ojos, fosas nasales y piel. 

Estos episodios se han repetido en los últimos años en este mismo punto del litoral portuense y han obligado a las autoridades municipales a cerrar parcial o totalmente Playa Jardín. En paralelo a las medidas preventivas y de vigilancia, el Consistorio portuense, con el apoyo de otras administraciones involucradas como el Cabildo y los gobiernos regional y estatal, se ha comprometido a realizar nuevos esfuerzos para mejorar la red de saneamiento del barrio de Punta Brava, el origen de todos los problemas que sufre esta zona de playas de callaos y arena negra. 

Actuaciones necesarias

De esta manera, tiene previsto ampliar la depuradora que está muy cerca de este núcleo costero -que recibe un flujo de aguas residuales superior a su capacidad-, rehabilitar el emisario que vierte las aguas pretratadas al mar e inspeccionar las estaciones de bombeo y toda la red de saneamiento, casa por casa, para detectar puntos defectuosos que pueden estar detrás de estos vertidos. Sobre el emisario, que es competencia del Cabildo de Tenerife, la idea pasa por una rehabilitación integral pues según recoge el propio proyecto -ya redactado- sufre desde hace años una fisura. El Consejo Insular de Aguas, dependiente de la Corporación insular, está a la espera de las autorizaciones del Servicio de Costas del Gobierno de Canarias desde abril de 2023, detalla el Ayuntamiento portuense en un comunicado.

En relación a la depuradora, el alcalde de la ciudad turística, Marco González, ha pedido que la ampliación se realice por la vía de urgencia. «Este proyecto se tiene que agilizar en la medida de lo posible. Ya conseguimos su financiación, con más de 25 millones de euros, en el anterior mandato. La estación se encuentra al límite de su capacidad desde hace años y, además, recibe cada vez más caudal de aguas residuales tanto de nuestro municipio como de los municipios vecinos de Los Realejos y La Orotava». Marco González también apuntó que se trabaja en el proyecto para que las aguas negras de La Vera y Las Dehesas vayan directamente a esta estación depuradora sin pasar por la estación de bombeo de Playa Jardín.

Una costa saturada

La ocupación masiva de la costa de Punta Brava se desarrolló a tal velocidad y con tal descontrol urbanístico que las infraestructuras de saneamiento se quedaron pequeñas. El sistema de recogida y tratamiento de todo ese flujo residual no es suficiente, lo que provoca permanentes vertidos de aguas sin tratamiento al mar que fuerzan los cierres de las playas como el de ayer. A este problema se suma el tipo de suelo sobre el que se construyeron muchas de esas casas, un terreno irregular, lleno de cavidades volcánicas y frecuentemente golpeado por la bravura del mar. De ahí que no haya año en el que no se cierren por un tiempo las calas de esta zona de Puerto de la Cruz. Ya ocurrió en septiembre de 2023 y 2022, en mayo y julio de 2021 y en febrero de 2020. Y los episodios se repiten en años anteriores. 

Mientras las administraciones preparan un plan integral para Punta Brava, que planifique y reordene el futuro de este barrio costero, ya se han ejecutado mejoras. Un ejemplo son los trabajos realizados en 2021 para arreglar el colector que discurre por las zonas de El Caletón y Playa Chica, y que se encuentra suspendido salvando las coladas de lava de esta parte del litoral portuense. El colector estaba expuesto a condiciones ambientales hostiles y por eso hay que actuar periódicamente para su conservación. En total se sustituyeron siete tramos suspendidos del colector y 42 metros de conducciones, distribuidos por varias zonas de litoral de Punta Brava.

Daño a la imagen turística

Marco González lamentó tener que ordenar el cierre al baño de Playa Jardín. Admite que «daña la imagen turística no solo de Puerto de la Cruz, sino de la Isla». Pero pone por delante «la precaución y la prevención ante esta situación de mala calidad de las aguas que nos obliga a adoptar medidas de protección para la población y seguir actuando en la zona de la mano del resto de administraciones». «La situación se puede revertir si todas las administraciones priorizan las actuaciones que ya se encuentran no solo proyectadas, sino también cuentan con la financiación necesaria», subrayó.

Estos problemas históricos se circunscriben a la costa de Punta Brava. En otras partes de Puerto de la Cruz no ocurre lo mismo. Según el último informe de Salud Pública, la calidad del agua es excelente en Martiánez y buena en San Telmo, puntos que no han sufrido ningún episodio de contaminación desde septiembre de 2022.