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Las siete reglas básicas para conseguir sin esfuerzo que tu cocina siempre esté ordenada

Se trata de una estancia que tiende al abarrotamiento y a la desorganización al ser el espacio de la casa que más se utiliza

Gran despensa en una cocina.

Gran despensa en una cocina. / El Día

Mantener en orden la cocina es una de las tareas domésticas más complejas. Se trata de una estancia de gran actividad diaria, en la que no solo se pasa mucho tiempo sino que además requiere de múltiples objetos que se usan prácticamente de manera cotidiana.

Además, no todo el mundo tiene la suerte de contar con una cocina de ensueño con gran capacidad de almacenamiento o una isla de revista de decoración sobre la que preparar el menú.

A ello se suma que la mayor parte de nosotros considera que cada uno de los elementos que tenemos de la cocina es indispensable y es necesario tenerlos todos a mano, lo que acaba por generar desorden y ruido visual.

Para conseguir que la cocina no sea un caos no es necesario un gran esfuerzo, se trata de fijar una organización y mantenerla en el día a día. Lograr este objetivo es más fácil de lo que puede parecer si sigues estas siete reglas básicas.

A por la despensa

Es probable que en tu cocina haya paquetes de harina, cereales, especias y botes de salsa. La experiencia nos dice que, al ordenar, casi la mitad de estos productos secos estarán caducados. Esto representa un doble despilfarro: por un lado, el dinero gastado en la compra y, por otro, el hecho de tener que tirarlos. Estos productos suelen acumularse durante meses sin ser utilizados, ocupando un valioso espacio en los armarios y contribuyendo a hábitos poco sostenibles y perjudiciales para nuestra economía doméstica.

Deshacerse de los productos caducados debería ser la primera tarea al ordenar tu cocina. Luego, extiende esta práctica a los productos de limpieza que no se utilizan, los trapos de cocina desgastados y los trastos viejos que llenan los cajones, como los Tupperware sin tapa, kits de costura, facturas viejas y manuales de electrodomésticos que ya no tienes.

Cada cosa a su sitio

Todos los elementos de la cocina, desde la cafetera hasta las cucharillas, deben tener un lugar asignado que contribuya a un orden fluido y a la comodidad de saber dónde está cada cosa que necesitamos. Tener que rebuscar en varios armarios, cajones y tarros para prepararnos una taza de té no es el uso más eficiente del espacio.

Considera crear pequeñas zonas que faciliten tus tareas más importantes en la cocina. Por ejemplo, si tienes un rincón o una parte de la encimera donde preparas la mayor parte de la comida, coloca una tabla de cortar, una tira magnética para los cuchillos en el frente de la encimera o cuelga las ollas y sartenes cerca. Los objetos menos utilizados, si no se tiran, pueden guardarse en los lugares de más difícil acceso, en los armarios más altos o incluso encima de ellos.

Libera la encimera

Que tu cocina tenga poco espacio de almacenamiento o que el que tengas esté mal diseñado puede estar contribuyendo al desorden y a la maña organización.

Los armarios de cocina con una sola balda son un obstáculo para aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento: quedan bonitos, pero son más decorativos que funcionales. La mayoría de los armarios con puertas se fabrican con estantes intercambiables: una vez que hayas agrupado las cosas por categorías, muévelos para no dejar mucho espacio libre entre uno y otro. Incluso con modestas habilidades de bricolaje, la inserción de estantes adicionales marcará una gran diferencia en la capacidad de almacenamiento.

Usa cada rincón

Si tu cocina tiene poco espacio de almacenamiento o está mal diseñado, esto puede contribuir al desorden y a una mala organización. Los armarios de cocina con una sola balda pueden ser bonitos, pero no son muy funcionales y dificultan el aprovechamiento máximo del espacio. La mayoría de los armarios con puertas vienen con estantes ajustables.

Una vez que hayas agrupado tus artículos por categorías, ajusta los estantes para minimizar el espacio libre entre ellos. Incluso con habilidades modestas de bricolaje, la adición de estantes adicionales puede mejorar significativamente la capacidad de almacenamiento. Considera también si el interior de la puerta del armario podría usarse para un especiero poco profundo o ganchos para colgar utensilios más grandes, como cucharones o espátulas.

Nada de duplicar

Es fácil acumular duplicados en la cocina, como tazas, espátulas, tablas de cortar y platos de servir, que contribuyen al desorden. Revisa tus accesorios de cocina y recicla o dona los duplicados y los objetos que no utilices. Te sorprenderá cuánto espacio liberarás.

Aunque puede ser tentador invertir en los últimos artilugios de cocina, como una heladera o un electrodoméstico para repostería, antes de comprarlo piensa bien si realmente lo usarás más de una vez. Es más eficiente invertir en artículos de cocina que probablemente utilices con frecuencia, como una airfryer, que tendrá un uso más constante y práctico.

Mejor lo práctico

Trasvasar los productos secos a tarros o colocar la fruta en cestas o cajas puede resultar estético, pero en una cocina desordenada, esto puede convertirse en una trampa. Aunque lucen bien en una despensa amplia, en un armario de cocina común pueden ocupar demasiado espacio y causar una sensación de abarrotamiento.

Decantar los alimentos también conlleva complicaciones: es posible que tengas más harina o arroz del que cabe en el tarro, dejando sobras que necesitas volver a guardar. En lugar de eso, considera conservar los productos en su envase original y usar cestas para agruparlos. Si prefieres decantarlos, opta por tarros cuadrados, ya que aprovechan mejor el espacio en los armarios.

Almacenamiento y exposición

Si tus armarios están a rebosar, tienes la oportunidad de utilizar algunos de los elementos esenciales de tu cocina como expositores decorativos, de forma que lo que que coloques encima no parezca desordenado, sino algo intencionado.

En lugar de armarios de cocina, puedes revestir las paredes con estantes para colocar los platos y cuencos sobrantes. También resulta atractivo tener ollas y sartenes suspendidas del techo sobre una isla, o colgadas en una fila ordenada debajo de una estantería, y las barandillas de cobre o latón pueden sostener los paños de cocina o los utensilios más grandes.