Acnur estima que la mitad de los menores tutelados por Canarias pueden ser refugiados

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados detecta en los centros de acogida un elevado índice de niños con perfiles vulnerables, que están en condiciones de solicitar protección internacional

Un niño migrante es atendido por una policía tras llegar a Tenerife a bordo del crucero que les rescató después de pasar tres semanas de navegación.

Un niño migrante es atendido por una policía tras llegar a Tenerife a bordo del crucero que les rescató después de pasar tres semanas de navegación. / Alberto Valdés / Efe

El 55% de los niños y adolescentes migrantes que están bajo la tutela del Gobierno de Canarias reúnen las condiciones para ser refugiados y solicitar protección internacional. Esta es la conclusión de un estudio que ha llevado a cabo Acnur en los centros de acogida del Archipiélago. Para realizar el informe, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados entrevistó a 576 menores, una muestra que supone, aproximadamente, el 10% de los jóvenes acogidos tras arribar a las Islas de manera irregular a bordo de cayucos o pateras. El objetivo de este trabajo, realizado en coordinación con la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, era detectar perfiles vulnerables entre los niños de los centros de acogida, pues requieren una atención especializada. 

Pero, ¿quién puede tener la condición de refugiado en España? La Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 establece que un refugiado es una persona que «debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él».

Guerra, hambre y cambio climático

El Gobierno de Canarias tiene actualmente a 5.645 menores no acompañados bajo su tutela y muchos de ellos proceden de Malí que, además de ser uno de los países más pobres del mundo, lleva más de una década en guerra, tieneuna fuerte presencia de grupos terroristas relacionados con Al Qaeda y Daesh y, tras dos golpes de Estado, se ha instaurado un régimen autoritario. El año pasado, los malienses fueron, sin duda, los migrantes con una tasa de reconocimiento de protección más elevada, con 2.362 estatutos de refugiado concedidos.

La inseguridad alimentaria y la pobreza son factores comunes en la mayoría de las historias de los menores migrantes que llegan a Canarias. Pero además de los refugiados de guerra y los que huyen del hambre, también hay que tener en cuenta a los refugiados climáticos, aquellos que se ven forzados a abandonar sus hogares debido a fenómenos relacionados con el clima. Falta de lluvias, elevadas temperaturas, escasez de pesca y cultivos malogrados son algunos de los factores que empujan a muchos niños y jóvenes a migrar.

Tras concluir el análisis de los centros de acogida de Canarias, Acnur inició un proyecto para formar al personal de las entidades del tercer sector que atienden a los niños y adolescentes migrantes, así como al personal de la propia Consejería de Bienestar Social, para darles herramientas que les permitan detectar a los menores susceptibles de ser solicitantes de protección internacional y otras vulnerabilidades.

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