CD Tenerife

Rosa Dávila impulsa la vía Rayco

La presidenta del Cabildo y el empresario tinerfeño mantienen un encuentro privado en la sede de la corporación

«Es la persona que puede dar un paso al frente», apunta

Rayco García, en un acto privado en el Casino.

Rayco García, en un acto privado en el Casino. / E. D.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

La vía Rayco García coge forma con el impulso y el beneplácito del Cabildo Insular. El empresario tinerfeño ha mantenido un encuentro privado con la dirigente nacionalista en la sede de la corporación. Durante una hora y media, el inversor y hombre de fútbol isleño pudo dar a conocer a Rosa Dávila cuáles son sus intenciones de futuro y sus planes si, como así desean los principales accionistas del CD Tenerife, se produce por parte de José Miguel Garrido «un paso al costado» mediante la venta de su paquete de títulos.

Dávila ya había tenido ocasión de departir con Rayco y sobre sus planes para el representativo hace un año y medio. Entonces, el inversor de Santa Úrsula le había manifestado que no era su momento aún; y que iba a dejar trabajar al actual equipo de gobierno. Eso sí, ya le trasladó que, más adelante y una vez caducase el tiempo que se había dado el sindicado (cuatro o cinco temporadas), sí tenía la vocación de dar un paso al frente por el club del que fue canterano.

La situación ha cambiado. Los últimos acontecimientos que se han producido en la entidad insular y el grave deterioro de su imagen pública ha elevado la preocupación en todos los estamentos del tinerfeñismo, también en el Cabildo, donde ven en Rayco «una opción solvente, con fortaleza económica y determinación» para asumir el relevo. De la celebración de esta reunión a dos ya están al corriente los principales accionistas del club, que bendicen por unanimidad la opción emergente que supone García Cabrera, como así avanzó EL DÍA en su edición del pasado martes. Además, un día más tarde se produjo un encuentro informal en el Casino con Juan Pelayo Duque, propietario de Egatesa y tercer accionista del Tenerife, que también cree en Rayco García.

La voluntad del empresario isleño, por lo transmitido al Cabildo y al resto de accionistas, pasaría por mantener a Paulino Rivero como presidente del consejo de administración y la actual estructura, sin más cambios que la lógica salida del staff de Garrido. Sea como fuere, es pronto para anticipar acontecimientos y ahora mismo cualquier opción de relevo depende de que el máximo accionista quiera vender. De lo contrario, se expondría a que triunfase otra operación alternativa que le deje en minoría.

Mensaje público

Considera Dávila que los comportamientos de Garrido «le han geneardo una crisis reputacional al CD Tenerife, que es indisimulable en estos momentos» y que puede afectar directamente a los resultados de la entidad, a su imagen pública y también a la campaña de abonos que la institución insular presentó ayer públicamente.

«Nuestro club es represntativo y le he pedido al máximo accionista que le dé un paso a un lado. Creo que no puedo ser mucho más clara. Para eso, tiene que haber una persona que dé un paso al frente», relató en la Cope. «Rayco está en disposición de adquirir acciones y ahí no tenemos mucho más que decir», comentó Dávila. En términos muy semejantes se ha expresado el vicepresidente de la corporación, Lope Afonso, a quien le «inquieta» que el Tenerife pueda verse afectado y convertirse en protagonista de situaciones «desagradables, lejos de los valores que la entidad abandera».

«Nuestro club no se lo merece»

Para Rosa Dávila, un equipo «querido y respetado por todos los tinerfeños» está sufriendo por la trayectoria y comportamientos de una sola persona, en alusión directa a José Miguel Garrido. «Nuestro club no se merece esta crisis que afecta a su imagen y prestigio», lamenta la presidenta del Cabildo, quien no tiene prevista ninguna comunicación con el madrileño, más allá de las advertencias que ya ha emitido en público. Por su parte, Lope Afonso remarca que la corporación se ofrece para mediar, si hiciera falta. El vicepresidente aboga por un acuerdo entre accionistas por una vía cordial, sin más sobresaltos y sin más daño para el representativo. El representante popular espera que así sea «para que el Cabildo no tenga que intervenir».

La caída libre de Garrido Cristo

Quién le trajo

Deja tirado a Clavijo

José Miguel Garrido vino de la mano del exconsejero blanquiazul Corviniano Clavijo. Anunció en público que su intención era «hacer presidente a un amigo que tenía esa vocación y voluntad», pero faltó a su palabra y ahora mismo la relación es absolutamente inexistente en los dos.

Política deportiva

El empeño en Asier

Su pérdida de credibilidad tiene su origen en el momento en que empieza a tomar decisiones de trazo grueso de forma unilateral. La más relevante, mantener a Asier Garitano contra el criterio de su propio consejero deportivo, Juan Guerrero, que era partidario del cese desde el mes de febrero.

Indignación

El Heliodoro estalla

En la última jornada de liga, el graderío estalló al unísono: «¡Garrido, vete ya!». Aunque el máximo accionista no ocupa ningún cargo orgánico en la estructura del club, el Rodríguez López le señaló directamente de los resultados deportivos de su primera temporada (12º). Ocurrió solo unos días después de que trascendiese la forma en que había elegido al entrenador para la campaña 24/25, también desautorizando a sus subalternos, que preferían a otros candidatos con mayor recorrido (Mel o Albés).

Presidente

La posición de Paulino

El «marrón» fue para el presidente del consejo de administración, quien inicialmente negó que Garrido tuviese la responsabilidad de la parcela deportiva. Luego sí lo admitió. Su cambio de discurso ha sido indisimulable para que esta crisis no se lleve por delante también a Rivero, que vive entre la espada y la pared; y que en todo caso está haciendo todo lo posible para que esta situación se revierta de forma favorable a los intereses del club.

Interferencias

Tensiones constantes

Garrido ha sometido a toda la estructura blanquiazul a unos niveles de tensión inusitados, con frecuentes llamadas a futbolistas, técnicos, jefes de área... Prefirió no tener cargo por dos motivos: en Castellón y Albacete salió escaldado por las críticas; y, si se hubiese ubicado en la presidencia, se había enfrentado a una inhabilitación por los delitos graves que ha admitido.