Las facturas y la compra se comen la mitad del presupuesto de los canarios

Las familias del Archipiélago gastaron un 6,8% más el año pasado

Los hogares isleños disparan su desembolso en ocio y restauración a pesar de la inflación

Una pareja pasa su compra por la caja de un supermercado.

Una pareja pasa su compra por la caja de un supermercado. / E.D.

Casi la mitad de los ingresos. Esto es lo que se esfuma cada mes del presupuesto de las familias canarias solo en el pago de las facturas vinculadas a la vivienda y en llenar la despensa. Los canarios deben destinar el 47% de sus salarios a sufragar estos dos aspectos básicos para cualquier hogar, mientras que con el porcentaje restante deben intentar llegar a todo lo demás. 

Así lo atestigua la Encuesta de Presupuestos Familiares que dio ayer a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Unos datos que evidencian que los hogares del Archipiélago gastaron el año pasado un 6,8% más, espoleados por un alza de precios, que se dejó notar sobre todo en la alimentación. En total, de media cada familia de las Islas desembolsó 29.576 euros a lo largo de todo el año, lo que supone 2.087 euros más que en 2022. Una cantidad que es la tercera menor de todo el Estado, ya que solo los castellano leoneses y extremeños tienen gasto anual inferior al de Canarias. 

La subida confirma así la tendencia alza que se experimenta desde 2021 después de que en 2020 el gasto se desplomara debido a las restricciones que trajo aparejada la pandemia. La Encuesta de Presupuestos Familiares es un excelente indicador para medir la marcha de la economía en la escala doméstica y no cabe duda de que los hogares canarios no solo han recuperado los umbrales de gasto que tenían antes del covid, sino que los han sobrepasado de largo. Pero, ¿detrás hay una mejora del nivel de vida o un esfuerzo mayor? Más bien lo segundo. Desde el estallido de la pandemia, los precios en Canarias se han visto incrementados un 16,7%. Un porcentaje similar a lo que ha subido el desembolso de los hogares en estos años. Lo comido por lo servido. 

Y, ¿cómo se reparte ese gasto anual? Pues casi la mitad se va solo en pagar el alquiler o la hipoteca, las facturas vinculadas a la vivienda y en las sucesivas compras en el supermercado. En total casi 14.000 euros. Otra partida importante, de un 14,2% del total se destina a sufragar el transporte de toda la familia, 4.200 euros. Un 8,5% se dedica a gastos de restauración y hoteles, otros 2.500 euros anuales. El resto se reparte en sanidad, comunicaciones, ocio y cultura, vestidos y bebidas alcohólicas y tabaco, entre otros. 

Sin embargo, el esfuerzo que tiene que hacer cada familia para pagar esos gastos básicos de vivienda y comida es mayor cuanto menores son los ingresos. Según los datos a nivel nacional, los hogares con un menor gasto dedicaron hasta un 63,5% a pagar la vivienda, el agua, la electricidad y otros combustibles y los alimentos y bebidas no alcohólicas. Mientras que para los hogares que realizan un mayor desembolso económico porque tienen un mayor volumen de ingresos estos mismos gastos solo les suponen un 39,4% de su presupuesto. 

Pero si se analizan as cifras puede comprobarse que lejos de lo que pudiera parecer ni la alimentación –después de una subida vertiginosa de los precios– ni los gastos asociados a la vivienda –con los alquileres y los tipos de interés por las nubes– han sido las partidas que experimentaron el año pasado una mayor subida. Parece que los canarios no están dispuestos a renunciar al ocio, a comer fuera y salir de vacaciones, pues es precisamente el gasto asociado a la restauración y los hoteles el que más se vio incrementado el año pasado. 

Las familias canarias desembolsaron un 22,4% más en ocio, un 22,4% extra en bebidas y tabaco y un 12,5% más en esas estancias hoteleras para disfrutar de unos días de descanso o en desayunar, almorzar o cenar fuera de casa. Una dinámica que ya se pudo apreciar en los presupuestos familiares del año 2022, cuando el efecto champán después de la pandemia multiplicó las salidas e hizo florecer este tipo de gastos. 

Lo que sí parece determinar el nivel de gasto de cada hogar son aspectos como la situación laboral del sustentador principal o la cantidad de miembros familiares. En aquellas casas en las que el adulto de referencia está trabajando gastaron 2.893 euros más que aquellos en los que no está activo. Las familias de empresarios también tienen un mayor gasto respecto a la de asalariados, en concreto, de 4.373 euros. Y el nivel es mayor en las familias con menores a cargo frente a las que son una persona sola o una pareja sin hijos. ¿La diferencia? 11.553 euros al año. 

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