Tríptico: La puerta que falta, La habitación perdida y El piso oculto

Auditorio de Tenerife programa dos funciones de la compañía de danza belga Peeping Tom, que llega a la isla con el espectáculo Tríptico: La puerta que falta, La habitación perdida y El piso oculto (Triptych: The Missing Door, The Lost Room and The Hidden Floor).

Varios personajes deambulan por un transatlántico. Partieron en busca de un ideal, se marcharon llenos de esperanza, pero ahora están perdidos en este laberinto misterioso y macabro. Los personajes viven entre la realidad y lo imaginado, guiados por fuerzas naturales que les conducen a un destino incierto. Gabriela Carrizo y Franck Chartier, directores de Peeping Tom, crean un mundo inquietante, oscuro y cerrado, típico en la obra de la compañía, al tiempo que ponen en el centro de las piezas un lenguaje único y extremo de movimiento y actuación.

Cada parte de la trilogía tiene su propio escenario y evoca el decorado de una película. La puerta que falta está ambientada en una habitación o pasillo lleno de puertas que no se abren. La acción de La habitación perdida transcurre en un camarote del barco, centrándose en el mundo interior de los personajes. El piso oculto tiene lugar en el escenario público del restaurante abandonado del barco, donde las fuerzas naturales se han apoderado de él. Los cambios escénicos entre la pieza se realizan a plena vista y pasan a formar parte de la representación, como si se tratara de un montaje cinematográfico en directo.

Triptych es una versión adaptada de tres pequeñas piezas teatrales creadas por Peeping Tom para la compañía de danza contemporánea Nederlands Dans Theater. Gabriela Carrizo dirigió la primera parte, The Missing Door (La puerta que falta), mientras que Franck Chartier dirigió las dos piezas siguientes, The Lost Room y The Hidden Floor (La habitación perdida y El piso oculto). Carrizo y Chartier querían incorporar estas piezas del repertorio de Peeping Tom para poder seguir interpretándolas. Los coreógrafos reimaginaron conjuntamente las piezas para los bailarines de su compañía. En ese sentido, Triptych muestra cómo los diferentes cuerpos, idiomas y métodos de trabajo pueden no solo solaparse, sino enriquecerse recíprocamente.

Sin embargo, hay una capa más en el nuevo equipo de artistas especialmente seleccionado para interpretar los personajes de Triptych. Carrizo y Chartier se centraron en la característica combinación de cualidades técnicas del nuevo grupo que combina la danza con el teatro. Con su vocabulario físico, los nuevos bailarines trazarán nuevas líneas de memoria, no solo a través de Triptych, sino de la propia compañía.