BARRIO A BARRIO | Anaga

La prueba piloto del carril bus de Las Teresitas ‘pincha’ por falta de bañistas

El sábado 22 de junio amaneció nublado en Santa Cruz y se tradujo en poca afluencia a la zona de baño, en el tercero de los cuatro días del control planificado por Movilidad

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Tercer día de la prueba piloto del carril bus de Las Teresitas –comenzó el jueves y está previsto que finalice el domingo 23 de junio– y el tiempo plomizo acabó por pasar factura, en una jornada que pasó sin pena ni gloria por falta de bañistas en la playa.

Desde las nueve de la mañana y hasta las seis de la tarde, como cada día, técnicos del área de Movilidad supervisan desde el jueves la evolución del carril bus habilitado desde la incorporación a la Autovía de San Andrés a la altura de la Dársena Pesquera y hasta la entrada al pueblo marinero. 

Ya en la rotonda que se localiza en el cruce que permite el giro para encauzar la carretera insular rumbo a Taganana, dos patrullas de la Policía local están a pie de calzada, más como oficina móvil de información que para resolver atascos. Y es que este sábado 22 de junio precisamente lo que menos hubo fue retenciones gracias al tiempo nublado de la mañana que fue la mejor medida disuasoria de quienes pensaron en aprovechar el sábado para ir a la playa.

Ya a partir de la una de la tarde esa sensación de bochorno dejó paso al sol y se incrementó la afluencia a la playa de Las Teresitas, pero nada que ver con uno de esos días de afluencia nutrida.

El cruce de Taganana

La rotonda que se localiza frente al bar Los Churritos, de Casa Fernando, fue el único punto objeto de controversia. Más para facilitar información que porque el caos llegara a la zona. Para eso hacían falta conductores y el sol de la mañana de este sábado no animaba a acudir a la playa.

«Ya nos pasó el viernes», comentaba uno de los cuatro policías que esperaban que se formara el colapso que no llegó. «Estuvimos desde las nueve de la mañana y la circulación yo creo que fue más fluida que nunca; pensábamos que al finalizar las clases en los colegios e institutos, después del mediodía o a primera hora de la tarde llegarían los jóvenes... Pero nada. Hoy pasa algo parecido. Lo más que he llegado a contar son doce coches en cola y es porque alguna guagua de transporte privado maniobra para incorporarse a la carretera de Taganana», comenta el agente como con desconsuelo... Con el operativo preparado para testar el carril bus y el mal tiempo agua la fiesta.

Con la salvedad del cruce de Taganana, la avenida de entrada a San Andrés parece un desierto; tal vez muchos vehículos ven que están dos patrullas de la policía local colocada a la altura de la rotonda y prefieren girar y volver a Santa Cruz o incluso adentrarse al interior de Anaga antes que seguir a la playa. 

La avenida está huérfana de coche. Parece enorme. Tres carriles, uno de ellos habilitado para la parada de guaguas, el del centro, para los autobuses, y el de la izquierda, para los vehículos privados.

Tanto en el cruce de Taganana como a la altura del puente de colores de San Andrés están los puntos calientes... si hubiera un tráfico de verano. En ambos cruces la guagua, aunque viene por el carril bus, tiene prioridad sobre los vehículos privados.Esto se traduce en que si el autobus gira para incorporarse hacia Taganana, los coches particulares tienen que pararse aunque vengan por su carril en la autovía para facilitar la maniobra a la guagua.

Igual ocurre a la altura del puente de colores. La guagua de Titsa sale de la parada de la avenida, se incorpora al carril bus y justo desde ahí, antes de donde está El Corbeta, la guagua tiene prioridad para ocupar la calzada por la que circula el transporte privado. Y es que desde esa curva hasta la parada de guaguas de final de trayecto en la playa de Las Teresitas transporte público y privado discurren por un solo carril, porque no hay más... En circunstancias normales de tráfico estos dos cruces estarían llamados a ser puntos negros en una circulación con afluencia de bañistas.

Incidente en la gasolinera

La puesta en marcha del carril bus es tan desconocida tres días después de activarse que hasta pasa inadvertida para el personal de la estación de servicio más próxima a la rotonda de Los Coreanos.

«Algunos conductores que han pasado por aquí dicen que está cerrado para allá, que hay un dispositivo de la Policía que les impide el paso», asegura... claro que también se encoge de hombros cuando se le comunica que en uno de los surtidores hay una discusión entre una pareja dentro de un Peugeot negro de alquiler. El varón está en el sillón de atrás y, según la chica, no quiere arrancar el coche, y entre el enfado y la desesperación ella pide al coche que acaba de llegar si puede adelantar de alguna forma para que cargue en el surtidor de delante... La joven entra al coche. Sube los cristales. Aspavientos con las manos. Abre la puerta y se va a la rotonda como si con ella no fuera la historia...

Regreso a la prueba piloto del carril bus. Ya en San Andrés, Titsa da una exhibición de poderío con una guagua doble, que llega llena sobre la una y media de la tarde, y otra sencilla que se sigue muy de cerca, tal vez porque se reclamó su refuerzo a demanda para que nadie se quede en la parada y pueda cumplir con su objetivo de llegar a la playa. Ya en la avenida, el pasaje pone rumbo al puente de Colores que une la avenida por la playa.

Ni los aparcamientos habilitados donde estuvo en mamotreto que se demolió –curiosamente utilizada su imagen en alguna de la campaña informativa de la experiencia del carril bus– están llenos. Tercer día de los cuatro de pruebas y pesa el desaliento entre algunos. «No se podrá tomar de referencia los datos de ocupación de estos días. No ha acompañado el tiempo. A ver si mañana...».