Dos años de prisión al acusado de ejercer como patrón de un cayuco que llegó a Tenerife

La Fiscalía y la Defensa del implicado llegan a un acuerdo de conformidad

Llegada de un cayuco a Los Cristianos

Llegada de un cayuco a Los Cristianos / E.D.

El hombre de origen senegalés que estaba acusado de ejercer como patrón de un cayuco que llegó a Los Cristianos con medio centenar de personas subsaharianas fue condenado en la mañana de este martes a dos años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La resolución judicial fue dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, tras una conformidad a la que llegaron la fiscal y la defensa del implicado.

Según el escrito de la representante del Ministerio Público, el citado ciudadano senegalés, que carecía de antecedentes penales, fue el responsable de dirigir la embarcación en la que 37 hombres, 12 menores de edad y una mujer llegaron al sur de Tenerife.

En base a la información recogida por la Policía Nacional, asumió el gobierno de una pequeña embarcación, propia de la pesca de bajura, que partió desde un puerto senegalés hacia las costas canarias.

El cayuco fue detectado después de que los migrantes llevaran cinco o seis días en el mar. En ese momento tenían el motor apagado. Una patrullera de Salvamento Marítimo procedió a remolcar la embarcación al puerto de Los Cristianos.

La fiscal, Sandra María Fagil, recogió en su escrito de calificación que el acusado organizó la travesía en connivencia con otras personas que se quedaron en su país de origen. A los migrantes que se subieron en el cayuco les cobraron entre 300.000 y 1.000.000 de francos CFA.

Gracias a la información recabada en la investigación, se supo que el acusado se ocupó de determinar la ubicación de los pasajeros en la embarcación, impartió órdenes e instrucciones de comportamiento y distribuyó la comida y la bebida.

Además, advirtió a los ocupantes del barco que no debían declarar en su contra una vez llegados a las costas españolas.

La embarcación era de madera enfibrada, de color blanco y tenía unos 20 metros de eslora, aproximadamente, impulsada con dos motores, uno de ellos auxiliar.

En el escrito de calificación de la fiscal se contempla que el cayuco no resulta idóneo para realizar el viaje desde Senegal hasta Canarias, pues carece de cualquier tipo de medida de seguridad, como de almacenaje de combustible, chalecos salvavidas, medios de comunicación náutica, luces de posición y deflector de radar.

Además, no disponía de espacio suficiente para una travesía con 50 personas, con riesgo de vuelco en caso de un gran movimiento interior, así como con riesgo de colisión y abordaje, al carecer de iluminación en una zona de elevado tráfico marítimo de buques.

La comida y la bebida dispuestas para efectuar el viaje resultaron insuficientes, según explicaron los migrantes a su llegada a Los Cristianos. El implicado en los hechos se ocupó de manejar los motores, llevar el timón y establecer el rumbo a seguir mediante un sistema GPS.

Las partes estuvieron de acuerdo en suspender la pena de ingreso en prisión por un periodo de varios años con la condición de que no cometa delito alguno durante ese periodo.

En esta decisión se tuvo en cuenta que no existe constancia de que en la travesía falleciera algún inmigrante.

Cabe recordar que el mencionado ciudadano senegalés lleva en prisión provisional por estos hechos desde hace once meses.