José Miguel Garrido, máximo accionista del CD Tenerife, imputado en el Caso Nummaria

El máximo accionista del CD Tenerife queda señalado y en una posición precaria de apoyos tras admitir varios delitos fiscales en sede judicial

Convulsión en el tinerfeñismo en el tránsito hacia la nueva temporada

La declaración de José Miguel Garrido, máximo accionista del Tenerife, en la Audiencia Nacional

El Día

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Seísmo en el Club Deportivo Tenerife. La implicación de José Miguel Garrido Cristo, máximo accionista del representativo, en el conocido como caso Nummaria -de alta repercusión mediática por la aparición en escena de los actores Imanol Arias y Ana Duato- sitúa en una situación difícil de sostener al inversor madrileño, que se ha declarado culpable, en sede judicial, de varios delitos fiscales. Su posición es absolutamente débil ante la opinión pública, el resto de accionistas importantes e incluso ante las instituciones públicas, como así demuestran las manifestaciones efectuadas este miércoles por la presidenta del Cabildo Insular de Tenerife.

Según la documentación a la que ha tenido acceso EL DÍA, Garrido utilizó la sociedad patrimonial Global Exchange SL, «a través de la que titulariza inmuebles y otros activos, y desde la que realiza gastos y consumos de sus inmuebles, personales y de su familia -tales como el colegio de hijos, vehículos, electricidad, telefonía, seguros médicos, etcétera-, utilizándola también «como instrumento para ocultar parte de sus ingresos». Son delitos graves y que dañan su reputación, ya deteriorada por el curso de los acontecimientos en la parcela deportiva durante el último curso 2023/24.

Un informe de auxilio judicial ha cuantificado las cuotas defraudadas por Garrido Cristo en su IRPF: 238.554,65 euros en 2011; 318.174,51 en 2012; 888.371,25 en 2013; 156.6155 en 2014 y 160.650 euros en 2015. Además, se recoge que realizó -con posterioridad al inicio de las actuaciones- el abono de 466.632,86 euros a través de una declaración complementaria por el IRPF, mientras que, el 27 de febrero de 2020, ingresó en la cuenta de consignaciones del juzgado otros 1,4 millones.

Extracto del sumario.

Extracto del sumario. / El Día

La noticia trascendió el mismo día que aterrizaba en Los Rodeos el nuevo técnico, Óscar Cano Moreno, una apuesta unipersonal del máximo accionista, que ha desautorizado en el proceso de selección al director deportivo, Mauro Pérez, que tenía otras preferencias; y además ha desatendido las recomendaciones de otros grandes tenedores de acciones, que le rogaron que optase por una solución de consenso y que generase una mayor ilusión en torno al proyecto venidero. El tinerfeñismo entra en convulsión en el peor momento posible, en el tránsito entre un curso deportivamente decepcionante y otro a punto de arrancar con la presentación del nuevo técnico (este jueves, 13:00 horas) y de los fichajes ya confirmados.

Sea como fuere, la noticia sobre el fraude fiscal admitido por el máximo accionista no alteró los planes y agenda previstos para este miércoles, con un almuerzo en el que se pretendía dar imagen de unidad entre los accionistas de referencia y evitar dar la sensación de crisis. Ejerció como anfitrión el consejero blanquiazul Conrado González Bacallado y la única ausencia fue la de Rayco García Cabrera, que había declinado la invitación. Sí estuvo el presidente, Paulino Rivero, y el nuevo técnico, Óscar Cano, a quien pretendían presentarle el nuevo proyecto.

Es la segunda vez consecutiva que el Tenerife se ve envuelto indirectamente en un proceso judicial que afecta a su máximo exponente. Si antes fue Miguel Concepción Cáceres el que fue condenado por el caso Islas Airways, por estafa, ahora es el hombre que le compró la mayor parte de sus acciones quien se ve envuelto en un macrojuicio mediático donde ha admitido la comisión de delitos de corte fiscal y que le abocan además a una multa millonaria.

Garrido no hizo manifestaciones públicas este miércoles y tampoco se prevé que pueda hacerlas durante las próximas horas, donde el protagonismo va a recaer exclusivamente en la figura del nuevo entrenador. Sí tomará la palabra el director deportivo, Mauro Pérez, a quien se le ha encomendado hacer las veces de cicerone para el técnico granadino. Es una incógnita si estará presente también Paulino Rivero.