Fusión entre lo local y lo importado en Arona: el coso del Carnaval coincide con San Patricio y reúne a 25.000 personas

Más de 25.000 personas, la mayoría turistas, disfrutaron del desfile en Los Cristianos

Tréboles y sombreros verdes recordaban que también era el día del patrón de Irlanda

Clara Morell

Clara Morell

«Este es el desfile más ordenado y vistoso de Tenerife, pues las calles son más amplias y se aprecian mejor los detalles. Y por supuesto, también es el más multicultural». Así describió el joven aronero David Medina el Coso Apoteosis que recorrió ayer las calles del municipio sureño en el que se crió. Con su disfraz de Guardián del Dragón fue parte de la comitiva de reinas, comparsas, murgas, carrozas y personajes del Carnaval que tomaron Los Cristianos al ritmo de las batucadas y ante la mirada de un público integrado por 25.000 personas, según datos de la organización. 

El destino quiso que el coso coincidiera con la celebración de San Patricio, una fecha señalada en el calendario de los irlandeses en la que, en honor a esa figura católica, es tradición beber, vestir de verde y ver un desfile. Es por eso que en los bares de la zona las jarras de cerveza, los sombreros y los tréboles de cuatro hojas eran la imagen más repetida.

«La mayoría de los asistentes son turistas que han venido específicamente para disfrutar de nuestro Carnaval», apuntaron fuentes oficiales. Algo muy fácil de confirmar pues bastaba con pararse un segundo a escuchar para detectar al vuelo palabras en inglés, italiano, francés, alemán y otros tantos idiomas. 

Coso del Carnaval de Arona 2024

Coso del Carnaval de Arona 2024 / María Pisaca Gámez / ELD

El Coso Apoteosis del Carnaval Internacional de Los Cristianos arrancó sobre las 16.00 horas, cuando el sol había comenzado a aflojar y el viento, junto con la brisa del mar, ayudaban a aguantar los más de 30 grados registrados durante el día. Ni siquiera la calima logró deslucir un acto tan esperado que logró vaciar, durante unas horas, las piscinas de la zona. Sin duda, el espectáculo estaba en la calle y no en el bar de los hoteles.

Cuando apareció en acción la primera comparsa, K’Nadum, junto a la flamante reina del Carnaval Sheila Rodríguez –y su fantasía Frenesí, diseñada por Jorge González– a los asistentes se les abrieron los ojos como platos. Los extranjeros optaron por sacar sus móviles para fotografiar el desfile de color que les pasaba por delante e incluso para retransmitir en directo a sus familiares y amigos lo que estaban viviendo durante sus vacaciones en Tenerife. Una minoría de público local se decantó por acompañar con sus palmas a las batucadas o saludar con ahínco a las reinas de las fiestas.

Coso del Carnaval de Arona 2024

Coso del Carnaval de Arona 2024 / María Pisaca Gámez / ELD

Los personajes del Carnaval fueron unos de los grandes protagonistas. Sobre todo, aquellos que hacían referencia a iconos internacionales como Elvis Presley, que revivió durante unas horas en Arona en la piel de Juan Antonio González, un vecino de Tegueste que aseguró «no perderse una fiesta» y estar encantado con ser el reclamo de los turistas. 

Doña Croqueta y Don Ciruelo, dos entrañables figuras del humor que triunfaron en la década de los 80 –justamente, el Carnaval de Los Cristianos homenajea en esta edición a aquellos años– tampoco se perdieron el coso. «Llevamos cuatro décadas disfrutando de distintas carnestolendas y lo bonito de estar aquí, en Arona, así como en otros pueblos, es ver cómo la fiesta se vive de forma diferente por toda la Isla», señalaron estos personajes que encarnan dos vecinos de La Laguna.

Coso del Carnaval de Arona 2024

Coso del Carnaval de Arona 2024 / María Pisaca Gámez / ELD

Con tacones de 15 centímetros recorrió Minerva Reyes toda la avenida Juan Carlos I. Su disfraz merecía «un poco de sufrimiento» para no perder el «glamour», aunque en su sonriente semblante apenas se intuía el esfuerzo que estaba realizando. Eso sí, su capacidad de aguante tenía truco: esta joven lleva años siendo parte de Los Cariocas y es tan carnavalera que a veces deja el traje de la comparsa y se enfunda en otro disfraz para apuntarse al primer Carnaval que puede.

Los grandes sombreros y los vistosos complementos de las murgas pesaban y daban algo de calor bajo el sol sureño. Javier Armas, que lleva siete años en Los Mamelucos, cargó con su atuendo «como pudo» a la vez que observaba al público. En su opinión, los asistentes a las carnestolendas chicharreras son «más cercanos» pero pasear por Los Cristianos tiene algo «especial»: «En los turistas generamos más sorpresa. Y se nota que les hace ilusión vernos, muchos vienen de otros países específicamente para ello».

Coso del Carnaval de Arona 2024

Coso del Carnaval de Arona 2024 / María Pisaca Gámez / ELD

Las pestañas tamaño XXL y una peluca naranja que no entraría por la puerta de ninguna casa le valieron a Víctor Jorge el primer premio de la Fiesta del Pelucón, donde se decidió el pasado sábado que su tocado merecía desfilar en el coso. Pese a los kilos de tela que llevaba sobre la cabeza, él lucía su premiada fantasía con orgullo. No era para menos.

Desde Puerto de la Cruz se movilizó Dolores Marrero –conocida en el mundo carnavalero como Loly Star–, que cada año acude a las carnestolendas de todos los municipios con un traje diferente que confecciona para la ocasión. Este año optó por un vestido blanco de grandes dimensiones propio de una novia el día de su boda.

Coso del Carnaval de Arona 2024

Coso del Carnaval de Arona 2024 / María Pisaca Gámez / ELD

Agrupaciones coreográficas como la del Patronato de Cultura de Arona pusieron la nota marchosa al evento. Miriam Vargas, una joven de San Miguel de Abona, lleva diez años en el grupo y ensaya cuatro horas a la semana. «No lo cambiaría por nada. Esto me apasiona», compartía sin dejar de mover los pies al ritmo de los tambores de la batucada. 

Con una carroza decorada con plantas y otros elementos tropicales terminó un desfile en el que la convivencia entre distintas nacionalidades reinó hasta el último momento. En medio del bum turístico que vive, el municipio acogió a esas más de 25.000 personas sin grandes problemas. El exceso de afluencia se notó de forma puntual en las paradas de Titsa, donde los locales que acudieron a la playa huyendo del calor tuvieron que esperar por las guaguas de refuerzo para volver a casa. Con la población mayor se ofreció la cara más amable: un recorrido accesible donde las personas en sillas de rueda gozaron de visibilidad durante todo el tiempo. Por algo Arona es uno de los destinos favoritos de los jubilados de media Europa.