Arte

Alejandro Tosco: «La historia de Canarias se debe contar desde el Círculo de Bellas Artes»

"En 100 años, creo sinceramente que no se ha dado una circunstancia tan compleja, tan difícil y un problema tan grande económicamente en esta institución como ese"

Alejandro Tosco.

Alejandro Tosco. / Paco Almeida

Almudena Cruz

Almudena Cruz

El Círculo de Bellas Artes renueva este lunes 29 de abril, mediante elecciones, su junta directiva. El artista Alejandro Tosco deja la presidencia de esta importante entidad cultural después de lograr la reapertura de su sede, uno de los principales desafíos de una institución que el próximo 2025 cumplirá un siglo de vida. En esta entrevista muestra su gratitud a los organismos, compañeros y profesionales que lo han hecho posible.

Cogió el timón del Círculo de Bellas Artes en uno de los peores momentos de la institución, con su sede cerrada.

Tomé la decisión de presentarme y de hacer una plancha precisamente por eso: para intentar hacer que el círculo de Bellas Artes volviera a abrir.

Estuvo cerrado durante nueve años...

Fue una decisión complicada y nos tocó de todo. Apenas 15 días después de tomar posesión como presidente vino el covid. Entonces, cuando la gente llamaba a las instituciones y a las autoridades para hablar de sanidad, yo llamaba para hablar de cultura. Al final, como todo en la vida, todo es puro diálogo y puro esfuerzo. La labor fue la de convencer a todas las tres instituciones –Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife– de que este era un tema prioritario. Pudimos buscar la financiación para poder hacer la obra y cumplir con las normas de urbanismo para volver a abrir nuestra sede. Esta es una institución con una historia tremenda a sus espaldas que se vio abocada al cierre.

El motivo del cierre del edificio de la Calle Castillo fue un asunto urbanístico...

 Efectivamente. Antiguamente, las instituciones, y más las culturales o sociales, no estaban tan obligadas a cumplir la normativa. Actualmente basta una denuncia para que tengas que mostrar toda la documentación y demostrar que tienes todo en regla para que no te puedan cerrar. No lo cumplíamos. Al llevar casi 70 años sin tocar nada, pues obviamente no estábamos actualizados. Teníamos que hacer una obra y una obra fea. Era una intervención, como digo yo, de tripas: había que cumplir con la normativa en cuanto a salidas de emergencia, instalaciones eléctricas, de aguas, hacer ensanches en las escaleras, tener dos salidas, puertas de emergencia, etcétera... En total, un presupuesto de un millón y pico de euros que evidentemente la institución como tal no podía financiar. Hubo que estar tocando puertas y la verdad que fue bastante complejo porque encima vivíamos en una situación de pandemia. A estoy hay que sumar lo difícil que resultó porque en cada uno de esos gobiernos había cinco colores políticos diferentes. Nosotros somos apolíticos totalmente –así tiene que ser la cultura– pero logramos convencer a esos cinco colores en esas tres instituciones para que entendieran que era prioritario y así lo entendieron. Fue algo que logramos con el gobierno anterior y con este gobierno actual, que también y por fortuna ha tenido la misma sensibilidad para con el Círculo. 

¿Cuándo reabrieron exactamente?

Pues realmente empezamos ya a hacer actividades en diciembre. En diciembre de 2023.

Como se suele decir, le tocó bailar con la más fea porque ha encabezado el que es sin duda uno de los proyectos más importantes del Círculo en su larga historia pero eso apenas se ha visto.

Tal cual. Efectivamente, lo único de lo que no sabía es lo que al final he hecho. Como artista plástico, lo que quería hacer eran actividades culturales, que es además de lo que se precia en esta institución. Tuvimos que ser consecuentes con la situación. Dijimos a nuestros asociados que íbamos a intentar, por todos los medios, desbloquear la situación para conseguir los dineros necesarios para poder abrir y volver a ofrecer cultura. Afortunadamente lo conseguimos.

Y el año que viene celebran su centenario.

En 100 años, creo sinceramente que no se ha dado una circunstancia tan compleja, tan difícil y un problema tan grande económicamente en esta institución como ese. Pues lo hemos logrado. Tengo que mostrar públicamente mi agradecimiento a toda mi junta directiva y en especial al secretario, Pablo Martín Carbajal; a los socios; al personal de la institución y a las instituciones públicas y privadas que colaboraron: el Ayuntamiento de Santa Cruz, el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias.Gracias a todos ellos se hizo realidad el proyecto de reforma. Tampoco me quiero olvidar de la contrata que ejecutó la obra, Lesan S.L., ni de los arquitectos Cuende y Gutiérrez. 

Estos años de cierre han sido también años de orfandad para una ciudad, la de Santa Cruz de Tenerife, que no se entiende si su Círculo de Bellas Artes y toda esa actividad cultural que genera.

Pues sí, y no diría solo de Santa Cruz y de Tenerife, sino de Canarias en general. Date cuenta que en 100 años han pasado por ahí todos los grandes escritores, pintores, escultores, actores de teatro, músicos, etcétera.

¿Por qué ha tomado la decisión de no presentarse a las elecciones para elegir a la nueva junta?

Creo que hemos cumplido el objetivo. Esta junta ha trabajado muchísimo. Ya es el tiempo de que otra persona asuma la responsabilidad. Hay que recordar que esta es una institución sin ánimo de lucro en donde todos aportamos nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro esfuerzo. Estos cuatro años han sido muy sacrificados para mi tiempo personal. Siendo autónomo, llegar a fin de mes siempre cuesta y más en mi gremio, que son las artes plástica. Tengo el deber y la necesidad de volver a trabajar más en lo mío pero me voy con la satisfacción de haberlo dato todo, de lunes a domingo, durante estos cuatro años. Eso no significa que me vaya del todo porque llevo más de 20 años como socio. Si el que se presente y gane quiere contar conmigo, estaré encantado de seguir trabajando pero ya no desde una primera línea, sino desde una segunda. Amo mi trabajo y a la cultura y siempre podrán contar conmigo a la hora de colaborador y ayudar.

¿Y qué te gustaría ahora para esta nueva e ilusionante etapa del Círculo con un edificio ya por fin adaptado?

Aún tenemos que terminar de dotar el edificio pero ya el dinero está, que es lo más complicado, y debemos enfocarnos hacia el centenario que es el año que viene. Será un año muy importante para toda Canarias y lo digo totalmente en serio porque la historia de estas Islas se cuenta necesariamente desde el Círculo de Bellas Artes. 

¿Y qué es concretamente lo que queda por hacer en aún en la sede?

Pues, por ejemplo, dotar al teatro, lo que implica unos 400.000 euros. Tiene una capacidad de unas 150 butacas y creemos que va a tener un papel importante cuando cierre el Guimerá el año que viene para su reforma. Son instalaciones de hace 70 años y hay que renovar muchas cosas, desde las sillas a los telones, la iluminación y demás.