Tenerife y Racing de Ferrol en la Liga de las oportunidades

El Tenerife empezó la Liga siendo uno de los aspirantes al ascenso, reforzó tal condición en unas diez jornadas iniciales que coronó con el liderato, se fue diluyendo al entrar en un bache que duró demasiado, quedó teóricamente descartado de la lucha para subir y empezó a mirar de reojo a los que huían del peligro, se resignó a completar la temporada con dignidad... Y después de tantas vueltas, recibirá este domingo (20:00) al Racing de Ferrol a falta de cinco jornadas para el final animado por la última oportunidad que le concede la competición de regresar a la casilla de salida. Porque los números dicen que si lo gana todo, después de haber derrotado al Oviedo en el Tartiere, acabará con una puntuación que, por lo que indican los antecedentes, le permitiría ser sexto o, al menos, quedarse al borde del playoff.

El problema está ahí, en ganarlo todo. Prueba de ello es que en esta campaña no ha enlazado más de dos triunfos. Para no construir la casa por el tejado, en el equipo centran todos sus esfuerzos en ir paso a paso e intentar vencer a una de las revelaciones de la Liga, un ascendido impulsado por la inercia del cambio de categoría. El conjunto entrenado por Cristóbal Parralo lleva todo el curso en la mitad alta de la clasificación. Con sus 54 puntos –cinco más que los blanquiazules–, sí tiene a su alcance la puerta de acceso al playoff.

Las diferencias no fueron tan amplias cuando se cruzaron en diciembre. Pero ese día, el Tenerife salió de La Malata derrotado (3-1) y a cuatro puntos del rival ferrolano. Fue algo así como la confirmación de que el equipo de Garitano se había perdido en el camino.

El Racing tocó techo por esas fechas. Pisó las plazas de ascenso directo al cierre de la primera vuelta y en el inicio de la segunda. A partir de ahí, su trayectoria ha sido más irregular. De hecho, es el cuarto peor equipo de la segunda vuelta –el Tenerife es séptimo por la cola–. Pero no ha llegado a desengancharse del pelotón de cabeza. Ni siquiera tras las dos derrotas seguidas con las que llega al Rodríguez López, en Villarreal y en La Malata frente al Mirandés. Eso sí, el calendario se va agotando y da la impresión de que el Racing sitúa en la visita a Tenerife la prueba definitiva para meterse de lleno en la carrera por subir, sin despreciar una valiosa permanencia.

Su triunfo a domicilio más reciente se produjo el 28 de enero, en El Molinón, ante un Sporting que, precisamente, fue el último en ganar en un Heliodoro en el que el Tenerife lleva seis encuentros seguidos sin perder:empates con Andorra, Huesca y Leganés y victorias ante Eldense, Mirandés y Huesca –no en ese orden–. Con el rumbo estabilizado tras una serie de siete puntos de nueve y liberados del riesgo de ser alcanzados por la estampida de los que tratan de escapar del descenso, los blanquiazules se aferran a la última oportunidad que les da la Liga.

Lo harán con la baja de última hora de Rahmani, desvelada este sábado por Asier, que ya sabía que no iba a poder contar con Medrano, Waldo y Romero. Para compensarlo, el técnico recupera a Nikola Sipcic, Javi Alonso y Álvaro Jiménez.

En el Racing vuelve Pinchi y se caen Delmás, por motivos personales, y Merino, por una lesión.