CESM CANARIAS

Las deficiencias laborales de la profesión médica repercuten en la atención

Cuadros de luz obsoletos que no permiten una correcta climatización o ruidos irritantes son algunos de los problemas en los centros canarios

Levy Cabrera, secretario de CESM Canarias.

Levy Cabrera, secretario de CESM Canarias. / El Día

Llega el calor -si alguna vez se fue- de nuevo a Canarias y los centros hospitalarios siguen sin la climatización debida. El problema no solo afecta a los pacientes que acuden a los diversos centros, sino a quienes trabajan en ellos soportando jornadas interminables y condiciones de climatización deficiente. Así lo denuncia el secretario de CESM Canarias, Levy Cabrera Quintero “con respecto a la climatización tanto en los hospitales, Centros de Salud (CS), Servicios Normales de Urgencias (SNU), y Centros de Atención Especializada (CAES), destacamos que hay diferencias notables entre ellos, siendo en general muy deficitaria”. La fotografía general, así relatada de boca de Levy Cabrera, está muy cerca de parecerse a un relato de realismo mágico. En la mayoría de los centros a lo máximo que se puede aspirar es a colocar ventiladores y, en muchos casos, la implementación de otras medidas es inviable porque el sistema eléctrico está obsoleto. En un año en que el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo está dedicado a los efectos del cambio climático, el triste panorama se revela aún más desolador.

Un repaso por centros

En los centros de salud, la situación es muy dispar. En la zona sur algunos cuentan con aire acondicionado, mientras que en otros hay pingüinos, que no se pueden encender todos a la vez porque se cae el cuadro eléctrico. Otra de las dificultades que afectan a la salud de los trabajadores es que el uso de estos aparatos provoca un ruido que dificulta la comunicación con los pacientes, pero sobre todo afecta psicológica y físicamente a los trabajadores sometidos al zumbido constante. “En otros CS hay sólo ventiladores, una gran mayoría de centros del siglo pasado, pequeños y obsoletos para la demanda actual, que exigen reformas, ampliaciones urgentes o hacerlos nuevo acorto plazo”, asegura Cabrera.

En la zona norte y centro hay menos centros que cuenten con aire acondicionado, teniendo sólo pingüinos en algunos y, en otros, ventiladores. “En los SNU hay aire acondicionado en pocos (zona sur, sobre todo), y otros cuentan con pingüinos o ventiladores; mientras que en el hospital del sur (el Mojón) hay aire acondicionado, y en el hospital del norte no lo hay, ni tampoco en el hospital del tórax, aunque cuentan con ventiladores”.

En la mayoría de los centros a lo máximo que se puede aspirar es a colocar ventiladores

“El CAE Rumeu tiene aire acondicionado, mientras que en el CAE de San Benito no hay…” expresa desolado Levy. “Como se ve, en general, no hay aire acondicionado en casi ningún centro, lo que provoca que, tanto los pacientes como los trabajadores, sufran las consecuencias del calor en su salud y en las condiciones de trabajo a que se ven sometidos. Esto se ve agravado cuando se trata de pacientes pediátricos y/o mayores. Por todo esto, reclamamos que desde las gerencias se priorice a la Dirección del Servicio Canario de la Salud, la renovación de la climatización, teniendo en cuenta las sucesivas olas de calor que sufrimos el verano pasado, y el cambio climático”

Otras demandas

También el secretario de CESM Canarias, Levy Cabrera Quintero, sigue reivindicando la necesidad de facilitar recursos a los especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria: “Es una especialidad que dura 7 años en Dinamarca, por ejemplo, y se valora y reconoce, realizando una atención biopsicosocial e integral a la persona, pudiendo resolver el 85 a 90 % de los problemas de salud de la población; en Reino Unido, lidera el NHS, es muy demandada en países del entorno que valoran sus funciones y efectos sobre la población sobre la que se trabaja bien, con recursos de infraestructuras y especialistas suficientes. Es eficiente y básica para los sistemas de salud y, es la más compleja, en su formación y ejercicio responsable y dedicado. Pero sin el espacio y el tiempo que ese trabajo requiere, para atender bien al paciente, la familia y la comunidad en la que desempeñe su ingente cometido, mejorar el nivel de salud, en cantidad y calidad de la población, el cupo, del que es responsable, es muy difícil que estos profesionales realicen su labor en condiciones de salud laboral óptima”, asegura Cabrera.

Otro de los problemas a los que hace referencia es la inseguridad que provoca ser los últimos de España en los procesos de estabilización del personal del SCS, “y ahora luchamos con angustia para que los médicos especialistas dejen de emigrar se quieran quedar a trabajar en el SCS, con nosotros en Canarias, porque nos hacen mucha falta. Sin embargo, muchos ya tienen ofertas atractivas, en condiciones óptimas de trabajo y retributivas, de Irlanda, Alemania, Francia, Países Bajos y Suecia por ejemplo…Es la consecuencia del libre mercado de la UE ante la escasez de médicos especialistas”.

Cabrera asegura que deben “buscar la implementación de medidas de retención y retorno dirigidas a los médicos especialistas que necesitamos, más a los especialistas de Medicina de Familia, que huyen de la AP y de Canarias. Hay que desarrollar recomendaciones para la mejora de la fidelización y el posible retorno de Médicos de Familia a España. Hay que poner en marcha urgentemente el concurso de traslados abierto y permanente, para mejorar la estabilidad, flexibilidad y remuneración de los Servicios de Salud de las CCAA de España, pero mucho más en Canarias, peores en carrera profesional, incentivos y hora de guardia de médicos”.