Cámara insular de aguas de Tenerife

Carlos Acevedo: «La incidencia de la sequía en los acuíferos no es inmediata»

Carlos Acevedo con miembros de la junta de la Cámara de Aguas.

Carlos Acevedo con miembros de la junta de la Cámara de Aguas. / El Día

La Cámara Insular de Aguas de Tenerife se constituyó en 1977. En la actualidad aglutina a más de 200 comunidades de agua de la Isla, algunas de ellas con más de 2.000 comuneros. La defensa de los derechos de las comunidades y sus comuneros, que superan los 20.000, es la razón de ser de esta Asociación. Carlos Acevedo es el secretario de la Cámara de Aguas y profundiza sobre la situación de sequía que asola la isla y perspectivas de futuro.

¿Cómo afecta la actual sequía a nuestras galerías y pozos?

Los acuíferos se recargan con agua de la lluvia y si no llueve no hay recarga. Pero la incidencia no es inmediata y brusca, se produce con un descenso más bien lento. El acuífero subterráneo sufre cuando no llueve y cuando llueve vuelve a recargar. En este sentido su comportamiento es similar al de un acuífero superficial, como un lago o un embalse.

Pero las balsas se encuentran en mínimos…

Eso es otra cosa, las balsas las empieza a construir el Cabildo en los años 80 en el norte de la Isla con la idea de almacenar los sobrantes de las galerías en invierno. Con posterioridad este modelo se expande a toda la isla y se crea la empresa pública Balten. Si en invierno no llueve y hace calor los agricultores no disponen de sobrantes para almacenar. Eso es lo que está pasando. La idea de Balten es buena siempre y cuando se produzcan excedentes de agua para almacenar, algo que no ocurre desde hace tres años. En mi opinión, el futuro de Balten pasa por incrementar la reutilización. Actualmente, de los 25 millones de metros cúbicos que distribuye, 13 provienen de reutilización y 12 de son aguas blancas, desalación y subterráneas. Pero la presión siempre es mayor para ellos.

¿A qué se refiere?

El reparto de una comunidad de aguas funciona por dulas, que básicamente y aunque suene un poco de Perogrullo es repartir lo que hay. Me explico, supongamos que tenemos una hipotética comunidad con 100 comuneros y cada uno tiene una acción de agua que a su vez extrae cien pipas por hora (una pipa son 480 litros). A cada comunero le corresponde una pipa por hora o lo que es lo mismo, 24 pipas diarias. Si en invierno no le hace falta y tiene acceso a una balsa, lo que hace es embalsarla. El problema para Balten es que en invierno esa agua ha hecho falta.

¿Pero la sequía no incide de igual manera en las galerías?

Claro que incide pero no tanto como se piensa, al menos por ahora. Si en la isla habían en 2020, 140 millones de metros cúbicos procedentes de pozos y galerías, en 2022 la cifra es de 136 millones. Apenas ha bajado un 3% en este periodo a pesar de la falta de lluvias debido a que no es un proceso inmediato. Volviendo al hipotético ejemplo del comunero, a quien le corresponde 480 litros (1 pipa), con este descenso, tendría 466 litros (0.97 pipas) menos pero sigue teniendo agua. El agricultor que tiene esa acción de agua tendrá que adaptar sus cultivos a la nueva cantidad pero el problema es mucho mayor si te quedas sin caudal porque la balsa está vacía. No hay soluciones mágicas, pero en mi opinión la solución para Balten, que no abastece la totalidad del agua agrícola pero si un tercio de la misma, el resto se suministra directamente de galerías y pozos, pasa por un incremento sustancial del agua reutilizada.

¿Se dice que hay abandono en las galerías?

No estoy de acuerdo, en la última convocatoria del Consejo Insular de aguas hubo un récord de solicitudes para trabajar en galerías y pozos, más de 50, de las cuales se resolvieron favorablemente 46. Nunca habíamos tenido tantas solicitudes para trabajar y cuando digo trabajar me refiero a reperforar galerías, hacer trabajos de acondicionamiento interior para poder perforar luego, cambiar bombas en pozos por equipos más eficientes energéticamente, instalar telecontroles, reparar canales. El sector está activo, el problema que tenemos es el existente en tantos otros sectores. No encontramos gente que ejecute los trabajos. Piense que son trabajos muy especializados y hay la gente que hay. Casi siempre una galería tiene que esperar a que otra termine para poder empezar porque los contratistas para este tipo de trabajos se cuentan con los dedos de una mano y no es un decir, se cuentan con los dedos de una mano.

¿Reciben algún tipo de ayuda pública?

Las aguas subterráneas representan aproximadamente el 70 y 75% de las aguas de la isla y las ayudas públicas que se reciben para los trabajos que le mencione anteriormente son de 750.000€ al año para un presupuesto del Consejo Insular de aguas en 2024 de 40M€ y de 50M€ en 2023. Desde la cámara creemos que es una cifra totalmente insuficiente. Las comunidades se financian con las aportaciones de sus comuneros. Estamos hablando que perforar un metro de galería hoy en día supone un coste de 2.500€ por metro. Si una comunidad quiere perforar 100 metros tendrá que invertir del orden de los 250.000€. Si la ayuda es de 20.000€ el incentivo para trabajar será mucho menor que si esa ayuda es de 100.000€. Al margen de las perforaciones están también los continuos gastos de mantenimiento que la mayoría de las veces son muy elevados.

¿Pero hay más agua subterránea?, ¿merece la pena seguir perforando?

Como le dije al principio si no llueve los acuíferos no se recargan pero lo cierto es que el descenso al menos por ahora es poco. Además el acuífero de la isla es muy heterogéneo. Con todas las cautelas porque los modelos de hidrología subterránea tienen un alto grado de incertidumbre, sabemos por ejemplo que en la zona más estrecha que es la dorsal entre la comarca de Acentejo y el valle de Güimar, no se puede esperar de las galerías que den más agua. En cambio, las expectativas en la cuenca de las cañadas son otras, ahí hay agua.

Se habla mucho de las pérdidas.

En este punto debemos hacer una distinción. Los canales propiedad de las comunidades de agua apenas tienen perdidas, cuesta mucho perforar y sacar el agua de las galerías y pozos como para perderla por el camino. Por supuesto que hay margen de mejora pero estamos hablando de perdidas en muchos canales que no superan el 1% del agua transportada en recorridos de decenas de kilómetros. Canales muchas veces construidos hace más de 50 años, pero que tienen un mantenimiento continuo y que se operan por telecontrol, muchos de ellos entubados. Por otro lado están las perdidas en las redes municipales y también aquí hay que distinguir. En los grandes asentamientos de población, área metropolitana, Valle de La Orotava, Sur de la isla, donde empresas especializadas se encargan de la prestación del servicio, se ha mejorado mucho y los rendimientos de la red son buenos. Otros municipios que tienen como denominador común el hacer una gestión directa del servicio de abastecimiento, las pérdidas en la red superan el 50% en muchos casos. Hay estudios de Consejo insular de aguas que así lo verifican y que establecen las medidas para disminuir esas pérdidas, el problema es que no se ejecutan por problemas presupuestarios y de otra índole.