Fiestas de Mayo | Actos

Gorgorito celebra setenta años de participación en las Fiestas de Mayo

Juan y Mónica Díaz Quintero, los hijos de Maese Villarejo, se mantienen fieles a la cita con los niños frente al reloj de flores

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«Gorgorito está pasado de moda, pero sigue llenando cada función». Los hermanos Juan y Mónica Díaz Quintero mantiene viva la profesión, y la vocación, que heredaron de su padre, Juan Antonio Díaz Gómez de la Serna –popularmente más conocido como Maese Villarejo– y de su madre, Josefa Quintero.

Juan se da una tregua antes de salir del teatrillo instalado frente al reloj de flores del parque García Sanabria para mantener a salvo el secreto de Gorgorito -que representa a un niño de siete años-, la Bruja Ciríaca, Rosalinda... y cuantos personajes se suceden en los treinta y siete cuentos que ponen en escena en cada sesión. «Los niños que vinieron hoy no han visto nunca nuestra historia de Los Tres Cerditos», comenta el artista que con la ilusión de la primera función anuncia que el mediodía de este viernes 3 de mayo se estrenará un nuevo relato: «Rosalinda al rescate».

Juan (Madrid, 1957) y su hermana Mónica (Madrid, 1965) dejaron sus profesiones, farmacéutico y veterinaria, respectivamente, para seguir con la profesión de su padre. «Desde niño recuerdo venir aquí y disfrutar de la Isla; visitábamos desde Teno o Anaga». «Al fallecer mi padre había que echar una mano a mi madre y dejamos atrás nuestras profesiones para seguir con Gorgorito recorriendo toda España».

La temporada comienza desde mayo y se prolonga hasta octubre, para descansar casi dos meses y volver a la carga en Navidad, cuando se concreta en este período la actividad. Madrid, Tenerife, La Rioja, Cáceres, Navarra... son algunos de los destinos que recorren cada año en una vida propia de feriante. Pero lejos de aburrirse, muestra su alegría por el encuentro con el público.

Cuatro generaciones

Los hermanos Díaz Quintero aseguran que esta edición se celebran setenta años de las funciones de Gorgorito en el parque García Sanabria con motivo de las Fiestas de Mayo, un logro que explican con orgullo.«Ya son más de cuatro generaciones de chicharreros los que se han criado viendo las aventuras de Gorgorito», cuenta Juan, para hacer constar que no habían nacido ni él ni su hermana y ya sus padres acudían a animar los actos patronales de Santa Cruz.

«Ya de pequeños veíamos con nuestros padres; ellos trabajaban y nosotros los acompañábamos. Primero, de vacaciones, y luego ya ayudábamos en lo que podíamos y nos dejaban».

La clave del éxito para que Gorgorito y sus aventuras sigan concentrando a miles de niños está en que «los pequeños son los protagonistas; no ven un espectáculo o una película, sino que toman parte de forma activa», explican los hermanos Juan y Mónica.«A Gorgorito no lo jubila ni el móvil ni la tablet», comenta la hija del recordado Maese Villarejo, que advierte que el público infantil actual evidencia que está acostumbrado a acudir a espectáculo. «Ahora mismo es impensable que un pequeño se atreva a levantar la lona, sino que sigue de forma respetuosa cada función», añade Mónica.

Con el peso de la tradición y la responsabilidad de saber que la cita con Gorgorito en el parque García Sanabria es de obligado cumplimiento para las familias chicharreras en el marco de las Fiestas de Mayo, Juan reconoce el esfuerzo que supone vivir fuera de casa durante más de medio año, alternando entre diferentes ciudades del país. Al término de la sesión, Juan y Mónica ya se disponen a tomar descanso antes de continuar con la sesión de tarde. En la conversación, el heredero del arte de Maese Villarejo cuenta que las nuevas generaciones de su familia no contemplan a priori continuar con la tradición; los dos hijos de Juan, la tercera generación del fundador de la compañía, han vinculado su futuro laboral en otras labores.

Comienza el espectáculo

«Los niños de ahora son igual que los de hace setenta años», explica Mónica, a la hora de referirse al compromiso de los pequeños que, «de forma innata, salen en defensa de los buenos».

Junto a los personajes que se suceden en el teatrillo instalado en el escenario que se localiza frente al reloj de flores del parque García Sanabria, los hermanos Juan y Mónica hacen corresponsable a los niños de la acción, a la vez que describen con emoción y vértigo cada una de las aventuras, como si fueran inéditas a pesar de que llevan años representando cuentos clásicos.

Gorgorito puede presumir de tener banda sonora propia que en los setenta años que llevan viniendo a Santa Cruz de Tenerife se ha convertido en un clásico que cantan pequeños y mayores: «te, chocolate y café».

Juan recuerda que cada aventura tiene moraleja y vive con especial emoción el estreno del nuevo cuento, que protagoniza en esta oportunidad Rosalinda, que «precisará la colaboración de los niños para salir airosa y evitar las amenazas del mal». Es la clave del éxito: «el vértigo de cada función», donde los padres y abuelos se convierten en los mejores instructores de los niños.

En las primeras funciones en el García Sanabria, Gorgorito llenó el recinto de las escalinatas del reloj de flores hasta la pértiga, por tomar de referencia el artilugio que utiliza el equipo de fotógrafos I Love para inmortalizar las imágenes de esta cita. 

Hasta el mismísimo pregonero de las Fiestas de Mayo, Juan Carlos Fresnadillo, reconocía en la apertura de las Fiestas de Mayo que Gorgorito alimentó la vocación del cineasta nacido en La Salle y que ha llegado a Hollywood por contar historias, algo que se repite de generación en generación de chicharreros.