Entrevista | Pére Estupinyà Bioquímico, divulgador científico y escritor

Pére Estupinyà: «Una pareja sin novedades entra en la rutina y la rutina no despierta el deseo»

Hace unos años, el divulgador Pére Estupinyà descubrió que existían muchos artículos científicos que trataban de desentrañar los grandes enigmas del sexo. El heredero de Eduard Punset y director del premiado programa de divulgación ‘Cazador de cerebros’ actuará esta noche junto a Patri Psicóloga y Rafa Blanca a las 19:00 horas en el auditorio Municipal de La Matanza con su obra ‘Ménage à trois’. 

Pére Estupinyà

Pére Estupinyà / ED

Verónica Pavés

Verónica Pavés

¿Con qué se va a encontrar quien acuda hoy a ver Menáge à Trois en La Matanza?

Lo principal es que se van a encontrar una obra de teatro divertida que se sustenta en dos elementos: pasárselo bien y sacar reflexiones. Tanto Patri como yo lanzamos mensajes más educativos en determinados momentos. Yo explico mecanismos, fisiología de la sexualidad o de comportamiento humano dentro del guión y luego Patri entra y da algunos tips para mejorar la relación de pareja, dinamizarla un poco y cuidarla más. Lo que hemos visto es que el público se lo pasa bien y algunos incluso toman nota.

¿Cómo es la estructura de la obra?

Se divide en cinco escenas. El punto de partida es una pareja que ha perdido la libido. Esta escena relata la vida de la típica pareja que ves que está desgastada, que ya no siente atracción y que se hacen reproches. Termina la primera escena y de repente hay una segunda escena donde esa pareja está participando en un concurso de televisión. El saber y follar. Hay una tercera escena que es la de I+D+S: Investigación, desarrollo y sexo. Ahí los protagonistas se convierten en científicos e investigan novedades como las relaciones abiertas, el BDSM o el sexo tántrico. Después hay una cuarta escena que es de un tupper sex donde el público puede subir y participar. La quinta, que es más cortita, narra un final feliz para la pareja que se reconcilia y por fin recupera la líbido. En esta última, Patri resume los consejos para mantener la pareja unida.

¿Cuál es el consejo que más suele calar?

Hay una chorradita que decimos en la escena uno, que es el bote de los deseos. En esta iniciativa, uno de los miembros de la pareja piensa algo que le gustaría hacer, lo escribe en un papelito y lo ponen en un bote. Se van acumulando papelitos hasta que quieran usarlos. Es una manera de hacer juegos que despierten este estímulo.

Se suele decir que con el tiempo se va la pasión y empiezas como una etapa de estabilidad y donde hay más cariño. ¿Es una excusa para justificar la monotonía?

No, es muy normal que las parejas caigan en la monotonía. Las emociones vienen de la novedad. Si tú comieras siempre lo mismo, por muy bueno que fuera, también terminarías aburrida. En la pareja, si no hay novedades entran en rutina, y la rutina no hace despertar el deseo. Uno de los consejos que en la obra decimos es este, de hacer cosas juntos, ya no sexuales, sino de otro tipo, como viajar o hacer algún plan diferente juntos.

¿Qué tipo de perfil suele ir al teatro?

Obviamente hay de todo, pero sí que hay un perfil estándar que serían las parejas. También vienen muchas amigas. De hecho, suele abundar más el perfil femenino que masculino. Esa es la intuición mía, porque dos chicos no suelen venir.

Es curioso porque siempre ha parecido que las mujeres parecían tener más tabús con respecto al sexo que los hombres, ¿cree que los roles se han invertido?

No sé si lo llamaría tabú. Está claro que el interés por esta obra es mayor en la parte femenina, pero yo creo que es porque la parte masculina tiene la sensación de que no tiene mucho que aprender. Y hay un punto de realidad en ello porque la sexualidad femenina es más compleja que la masculina en muchos aspectos, tanto endocrinos como psicológicos.

¿Cuál es el mito sobre el sexo más extendido?

Antes he dicho que las mujeres son más complejas que los hombres, y es verdad. Pero que somos tan diferentes es un gran mito. Se ha contrastado con metanálisis que en realidad las diferencias las ha habido más por presiones sociales que por aspectos físicos. Nuestros genitales son idénticos, los de las mujeres están hacia adentro, con tan solo el glande del clítoris hacia afuera y los hombres tenemos todo el glande hacia afuera. Ambos tenemos erecciones. Es decir, la parte fisiológica es muy parecida y cuando haces escáneres cerebrales, tampoco se ven demasiados cambios.

En las últimas semanas se ha hablado del bajo interés de la generación Z con respecto al sexo, ¿a qué cree que se puede deberse?

Bueno, lo primero sería comprobar si esto es verdad o no. Yo cuando he consultado datos sobre esto, sí que parece que podría haber un poco menos de interés en estas prácticas pero creo que no es muy significativo. Estas cosas muchas veces vienen de datos anecdóticos. No creo que el interés haya cambiado tanto. En lo que sí hay cambios notables en los jóvenes es en la concepción de las relaciones que rompen con la monogamia clásica y buscan parejas abiertas, pansexualidad o anarquía relacional. Los jóvenes son reivindicativos, transgresores y quieren cambiar cosas.

En esta generación y las más jóvenes se está viendo un incremento de las actitudes machistas y una de las razones, según los expertos, es el consumo de porno. ¿Es proclive a que se limitee el acceso al porno?

Yo creo que es necesario poner límites y no solo al porno, sino a muchas otras cosas. En ese caso no me parece mal la censura, porque no creo que la educación tenga tanto poder, aunque sea lo fundamental. Quien está mal influenciado por le porno es por una falta de educación, porque quien tiene una educación sexual sólida verá porno y sabrá distinguir entre una cosa y otra. Dicho esto, yo sí que soy partidario a limitarlo. Hay casos extremos como la pornografía infantil donde está muy claro, pero tampoco estaría mal que se hiciera con aquel material pornográfico donde se muestran conductas muy abusivas pues no estaría mal que también se prohibiera.

Ha escrito libros como ‘La ciencia del Sexo’ o ‘S=EX2: la ciencia del sexo’ donde explica en términos científicos todo lo referente a estos actos, ¿cree que este tipo de información también suple la falta de educación sexual?

Si. No soy solo yo, hay muchas iniciativas que van en esta línea. Lo ideal es que la educación sexual esté en las mismas escuelas y en los padres durante la preadolescencia y hasta la adolescencia. Pero claro, hay generaciones, incluida la mía, que no la ha tenido. La manera de tenerla es accediendo a contenidos sólidos que pueden ser mis libros u otros similares, la obra de teatro y otras iniciativas en redes sociales.

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