¿En qué consiste la crianza natural del bebé?

Existen ocho reglas básicas que ayudan a seguir este método de crianza

Una madre con su hijo.

Una madre con su hijo. / Canva

Cuando se tiene un hijo hay que tener en cuenta que la crianza será fundamental en su desarrollo.

Por ello, es preciso elegir qué modelo utilizaremos en función de nuestras necesidades y, sobre todo, buscando el mayor beneficio para el bebé.

Una de las más populares es la crianza natural, también llamada crianza con apego o crianza respetuosa. Una fórmula maestra que busca potenciar el instinto maternal sobre las necesidades del niño, respetando sus demandas naturales.

¿En qué consiste la crianza natural?

La crianza natural se basa en potenciar la relación entre la madre y el bebé. En este caso, el contacto corporal es fundamental, a la vez que también lo es elegir lo que más conviene al recién nacido en cada momento, fomentando su desarrollo natural.

Así, en este caso, la madre se convierte en una figura fundamental de apego.

Una madre dando el pecho a su bebé.

Una madre dando el pecho a su bebé. / Canva

Consejos para ponerla en práctica

La llamada crianza de apego cuenta con una serie de claves, conocidas como 8B -por su definición en inglés-, que son fundamentales para su desarrollo:

  1. Contacto físico. El contacto físico debe estar desde el nacimiento, lo que se conoce como piel con piel. Y, en caso de que la madre no pueda hacerlo, debe ser el padre el que tome el relevo para sentir el contacto con el bebé desde el nacimiento.
  2. Lactancia materna. Este tipo de crianza pone el foco en la lactancia materna.
  3. Porteo. Como el contacto físico es fundamental, el porteo también. Así, podrás estar haciendo otras actividades mientras paseas a tu bebé.
  4. Dormir con el bebé. Esta práctica no solo es buena para el niño, sino que también es más cómoda para la madre, al tener a su hijo más cerca durante la noche para darle de mamar.
  5. El llanto del bebé. Llorar es la forma que tienen los recién nacidos para comunicarse, por lo que hay que aprender a escuchar e interpretar su llanto.
  6. Aprender a su ritmo. Cada persona tiene unos ritmos de aprendizaje y, aunque se puede ir ayudándolos con algunas pautas, lo mejor es fomentar su desarrollo natural.
  7. Mantener el equilibrio. No hay que mantener decisiones forzadas, sino buscar el equilibrio y tomar decisiones sensatas.
  8. Tarea de dos. Cuando el bebé llega a una pareja hay que tener en cuenta que, aunque el papel de la madre es fundamental, su crianza es tarea de ambos.