Este es el truco definitivo para limpiar la escobilla del váter y que quede como nueva
La escobilla del baño es uno de los utensilios que más bacterias puede acumular
La escobilla del váter juega un papel crucial en la higiene de este espacio esencial del hogar. Su uso diario permite eliminar residuos y manchas del inodoro, previniendo la acumulación de bacterias y gérmenes que pueden derivar en enfermedades. Sin embargo, es fundamental limpiar y desinfectar la escobilla del váter con frecuencia para evitar que se convierta en un foco de contaminación. Al entrar en contacto directo con los residuos del inodoro, la convierte en un imán para bacterias y gérmenes. Si no se limpia con regularidad, estos microorganismos pueden proliferar y propagarse por el baño, especialmente si no se utiliza la tapa del inodoro al tirar de la cadena. La exposición a estas bacterias puede provocar enfermedades como infecciones del tracto urinario, diarrea y gastroenteritis.
Para garantizar una higiene óptima, se recomienda limpiar la escobilla del váter después de cada uso o, al menos, una vez al día. Es fundamental desinfectarla al menos una vez a la semana. Además, se recomienda cambiar la escobilla del váter cada 3-6 meses, dependiendo de su uso y estado. Si se utiliza con frecuencia o si las cerdas se encuentran desgastadas o deformadas, es recomendable reemplazarla antes.
¿Cómo mantener la escobilla del váter limpia?
Existen diversos métodos para limpiar la escobilla del váter. Estas son las tres fórmulas más comunes y que mejores resultados dan para eliminar las bacterias que se puedan ir acumulando:
- Lejía: la lejía es uno de los mejores desinfectantes que existen. Para limpiar la escobilla con lejía lo único que hay que hacer es preparar una solución de agua con lejía, sumergir la escobilla durante 10 minutos y enjugarla con agua limpia. Es muy importante que la escobilla se seque al aire.
- Vinagre blanco: se llena un recipiente con dos partes de agua caliente y una de vinagre. La escobilla debe permanecer sumergida en esta solución durante 30 minutos. Transcurrido este tiempo, se enjuaga y se deja secar al aire.
- Bicarbonato: espolvorear unas cucharadas de bicarbonato en un recipiente y añadirle unas gotas de agua. Remover para formar una pasta. Hay que frotar la cerda de la escobilla contra esta pasta y luego, se enjuga bien. También hay que dejarla que se seque al aire.
Aparte de limpiar la escobilla tras cada uso y reemplazarla cada cierto tiempo, es conveniente limpiar también el soporte de la escobilla, así como dejar que esta se seque al aire libre para evitar la proliferación de bacterias.
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